Siguiendo a la almeja: del mar a la mesa

El consumo de almejas y callos a nivel mundial está en crecimiento. Su sabor y textura han llamado la atención de mercados domésticos y de exportación. Los compradores buscan estos productos frescos y con buenas prácticas de manejo, para ello es necesario identificar y documentar la ruta que lleva el producto desde el mar hasta la mesa del consumidor, lo cual se conoce como trazabilidad. Estos procedimientos permiten conocer el origen e historial de un producto a lo largo de toda la cadena de suministro, fomentando la transparencia.

En México, una organización pesquera que realiza prácticas sostenibles para callos, encontraron la oportunidad de trazar la ruta de estos productos desde el mar hasta la mesa del consumidor. Cuando se captura el callo, se etiqueta a cada organismo con un cintillo y código QR. Después, el consumidor final lo escanea con su celular y obtiene información sobre la cooperativa pesquera, lugar de cultivo y las prácticas pesqueras sostenibles empleadas desde su cultivo y aprovechamiento. Así, se reconoce el esfuerzo de la organización pesquera y sus prácticas sostenibles, se asegura la calidad del producto, su procedencia legal y la salud del consumidor.

  1. El sector productivo debe estar capacitado para registrar todo el proceso de trazabilidad del producto, desde la captura hasta la mesa.
  2. El código QR es una manera sencilla y menos costosa para iniciar la trazabilidad, en comparación con otras aplicaciones móviles, lo que ha permitido que más personas dedicadas a la pesca lo implementen.
  3. El compromiso de las pescadoras y los pescadores resultará en el posicionamiento exitoso de sus productos en los mercados, generando mayores ingresos.
  1. Se deben hacer públicas todas las regulaciones legales de la pesquería, para poder asegurar la legitimidad del producto.
  2. Deben existir acuerdos y convenios de colaboración entre las partes involucradas. Esto permite designar roles y responsabilidades claras, y asegurar su implementación.
  3. Toda la cadena de valor de la pesquería, debería estar integrada al sistema de trazabilidad, y ser documentada claramente para formalizarse.
  4. Se recomienda que una auditoría externa, evalúe toda la cadena e identifique las fortalezas y debilidades para integrar un sistema de trazabilidad eficiente.
Diseñando e implementando estrategias de captura para almejas y callos

Una estrategia de captura es un conjunto de herramientas acordadas formal o tradicionalmente que se utilizan para asegurar un buen aprovechamiento de los recursos. En las pesquerías de almejas y callos, se definen las estrategias de captura a partir de la mejor información disponible. Sin embargo, en ocasiones las estrategias y reglas no son aplicables con la misma receta en todo el país debido a las variaciones en las condiciones biológicas, ambientales y sociales de cada región. Esta falta de información a nivel local supone un reto para definir estrategias acordes a las características locales de la pesquería y evaluar su funcionamiento. Para atender esta necesidad, se ha trabajado en conjunto con todos los actores involucrados (comunidades pesqueras, sector de gobierno, academia y organizaciones de la sociedad civil), generando información a través de bitácoras pesqueras para asegurar que la pesca se realice acatando las estrategias implementadas. Incorporando el conocimiento de las comunidades a la información registrada es posible generar nuevas estrategias participativas, mejor adaptadas a las condiciones locales.

  1. Combinar el conocimiento científico y tradicional, como línea base para diseñar estrategias de captura sostenibles.
  2. Socializar las estrategias acordadas por el sector gobierno con las pescadoras y los pescadores de almejas y callos.
  3. Es importante que, después de que las pescadoras y los pescadores conozcan las estrategias de captura, las adopten y respeten.
  1. El uso de bitácoras pesqueras promueve un mejor manejo del recurso y contribuye a la sostenibilidad de la pesquería.  Las bitácoras deben documentar información biológica, ecológica y pesquera de las especies capturadas.
  2. La participación efectiva de las comunidades pesqueras en generar información útil para el manejo, permite un análisis más robusto de las pesquerías, particularmente importante en pesquerías con pocos datos, así como maximizar el aprovechamiento pesquero.
  3. Los resultados obtenidos a partir de las estrategias de captura deben documentarse, con la intención de poder analizar su efectividad a través del tiempo, haciendo ajustes y permitiendo que sea escalable. Estas evidencias contribuyen a demostrar públicamente los compromisos realizados hacia la sostenibilidad pesquera.
Zonas de manejo integral: una herramienta para restaurar las pesquerías de almejas y callos

Las zonas de manejo integral (ZMI) son un enfoque innovador para el manejo y recuperación de bivalvos, aplicado en las pesquerías de almejas y callos en México. Para implementar esta herramienta se realizó lo siguiente: 1) se definió y delimitó el área de trabajo, 2) se identificó con las comunidades, las zonas con características adecuadas para el cultivo de bivalvos, 3) se generó información biológica (medidas y peso de los organismos) y ecológica (abundancia, diversidad, riqueza y distribución de las especies) del área propuesta, y se sometió a votación entre los usuarios para su establecimiento como ZMI; y, 5) se implementó un monitoreo sistemático para identificar cambios a largo plazo.

Esta historia comenzó con una cooperativa que quería recuperar las poblaciones de callo de hacha. Después fue replicado por una cooperativa de jóvenes buzos comerciales y más adelante por un grupo de mujeres que se consolidaron como cooperativa para recuperar la población de la almeja de estero. Los resultados han sido positivos; p.ej. la población de callo pasó de 0 a 13,000 individuos en cinco años en un área de 25 hectáreas, colectando las semillas del medio natural.

  1. La capacidad adaptativa de las comunidades para transitar de la pesca artesanal a un esquema de acuacultura y maricultura artesanal.
  2. Contar con apoyo técnico y financiero por parte del sector de gobierno, la academia y organizaciones de la sociedad civil.
  3. Integrar el conocimiento tradicional, técnico y biológico sobre la especie objetivo al diseñar la ZMI.
  4. Presentar avances y resultados periódicamente ante el sector gobierno, para promover el interés institucional en apoyar estos esquemas de trabajo novedosos.
  1. Se fortalecieron las capacidades de las comunidades en la biología de almejas y callos, acuacultura y maricultura teórica y práctica (etapas de un cultivo), y monitoreo.
  2. La colaboración con el sector de gobierno y académicos expertos en el tema de cultivo es de suma importancia para la implementación de esta actividad y la colecta de larvas para la engorda. 
  3. La recuperación de un banco de almejas y callos para su aprovechamiento puede ser de tres a cinco años en función de la especie, lo que puede desmotivar a los productores. Es importante contar con esta información antes, para no generar falsas expectativas de recuperación inmediata.
  4. El manejo integral de los recursos que cuentan con derechos de acceso exclusivo, promueve el empoderamiento y corresponsabilidad de las pescadoras y pescadores.
  5. La gestión exitosa de una ZMI de callos, conllevó a que la herramienta fuera replicada por una cooperativa de mujeres, quienes desarrollaron un proyecto homólogo para la recuperación de almeja de estero.
Modelando el ecosistema con pocos datos

Por su naturaleza, las pesquerías en pequeña escala suelen contar con datos limitados, poco sistematizados y de escalas de tiempo cortas. Esta escasez de información representa un reto para conocer, por ejemplo, la interacción que tiene el arte de pesca con el ecosistema y su impacto en el hábitat; dicha información es fundamental en la implementación de un proyecto de mejora pesquera. Alrededor del mundo, se han desarrollado diferentes metodologías que permiten generar información sobre los impactos de la pesquería en el ecosistema; una de ellas es la modelación a partir del programa Ecopath con Ecosim.  
COBI utilizó esta herramienta incluyendo información generada por las pescadoras y los pescadores mediante las bitácoras de pesca, así como información biológica y ecológica para las especies que habitan las zonas de pesca. Además, para robustecer el modelo, se integró el conocimiento ecológico tradicional de las comunidades pesqueras mediante la aplicación de entrevistas, de las cuales se obtuvo información relevante sobre la alimentación de las especies, su distribución geográfica, temporada reproductiva y de avistamiento.

  1. Que las pescadoras y los pescadores estén generando información sobre las pesquerías por medio de un monitoreo pesquero.
  2. Es importante integrar el conocimiento tradicional de las personas dedicadas a la pesca, ya que ellas cuentan con un gran acervo de importante información sobre su entorno natural y las especies.
  3. Los resultados se tienen que dar a conocer con las personas de la comunidad pesquera, con el fin de que valoren y se apropien de su conocimiento.
  1. El proceso para obtener los resultados, a partir de la modelación por Ecopath con Ecosim, pude llevar alrededor de seis meses, ya que se debe hacer una búsqueda de información, entrevistas a las personas de la comunidad, analizar la información y realizar los modelos.
  2. Es importante socializar con las y los pescadores la importancia y el beneficio de conocer los efectos de la pesquería en el ecosistema, y darles a conocer cómo se integra su conocimiento tradicional para poder obtener información más robusta hacia un manejo ecosistémico.
  3. Las entrevistas realizadas con las y los pescadores para registrar su conocimiento tradicional fueron largas (aprox. 40 minutos), lo que en ocasiones hacía que se perdiera el interés por parte del entrevistado. Además, dado el tiempo necesario para realizar cada una de las entrevistas, la disponibilidad de tiempo para entrevistar a más miembros, podría ser escasa.
Reconociendo el rol de la mujer en la pesquería de peces

Cuando pensamos en la pesca, imaginamos espacios en donde predominan los hombres y la única actividad es la extracción de los recursos. Para poder tener la imagen completa de la pesquería, es importante incluir las actividades de post, pre-captura y complementarias. Esto permite conocer más a detalle a la pesquería e identificar y reconocer la labor que desempeñan las pescadoras y los pescadores.  

Desde el año 2015, COBI ha participado implementando proyectos de mejora pesquera de peces en colaboración con el sector productivo. Además de las mejoras ambientales, actualmente estos proyectos buscan las mejoras sociales que incluyan la igualdad de género. Al inicio de estos proyectos, se identificó que el trabajo que realizaban las mujeres, al no ser un trabajo de extracción, no estaba reconocido como parte de la pesquería, paradigma que se está logrando romper con años de trabajo. 

  1. Se debe reconocer que la pesquería de peces se compone de distintas actividades, no solo de la extracción.
  2. Incluir a mujeres en la toma de decisiones fomentando y formalizando su participación y pertenencia.
  3. Implementar capacitaciones en monitoreos pesqueros, biológicos y oceanográficos, con perspectiva de género.
  4. Ofrecer puestos administrativos y técnicos a mujeres capacitadas. 
  5. Invitarlas a que participen en foros nacionales e internacionales como representantes de sus pesquerías para que se empoderen de sus proyectos y sus actividades.
  1. Los pescadores han reconocido que la mujer tiene una gran capacidad para desarrollarse en diferentes etapas de la pesquería de peces.
  2. Se ha observado y reconocido con éxito el empoderamiento de las mujeres pescadoras en la parte de comercialización, certificaciones de estándares internacionales, monitoreo pesquero, oceanográfico y biológico.
  3. La colaboración entre hombres y mujeres en la pesca, ha generado efectos positivos y reforzado los lazos entre los miembros de la pesquería, lo cual se proyecta a la comunidad.
  4. Las pescadoras se han apropiado de sus tareas con orgullo y se ha generado un sentido de pertenencia e identificación por parte de ellas hacia sus comunidades.
  5. Incluir la perspectiva de género en la pesquería de peces no es sencillo, pero es un proceso positivo que cambia la dinámica de la pesquería y sus comunidades.
Visibilización de la participación de la mujer en la toma de decisiones en las pesquerías

En 2017, COBI inició un proyecto de mejora pesquera en colaboración con el Comité Nacional Sistema producto de calamar gigante, el cual ha buscado documentar y apoyar tanto los esfuerzos y compromisos por la pesca sostenible, así como el apoyo al rol de la mujer como líder en la toma de decisiones dentro del Comité Nacional. Esto ha sido posible gracias a dos factores principales: a la visibilización e integración de la mujer en posiciones de poder, como el ocupar roles de presidencia dentro de los comités, y a la apertura de involucrar a la mujer de manera significativa en la planeación, implementación y gestión de los planes de trabajo para mejorar la pesquería.

Esta apertura permite dar el ejemplo sobre una mejor adaptación a la dinámica social igualitaria, reconociendo así al sector productivo como un sistema extenso y complejo para asegurar el manejo sostenible de los recursos marino-costeros.

  1. El realizar talleres para reflexionar sobre la situación actual y proyecciones a futuro en términos de igualdad de género.
  2. El empoderamiento de la mujer, al incluirla en posiciones de poder y procesos de toma de decisiones.
  3. La conformación de la estructura organizacional del comité vista con un enfoque igualitario y bien representado.
  4. El sector productivo debe visualizarse desde un enfoque basado en la pesquería en su totalidad, y no en la extracción únicamente.
  1. Los equipos mixtos (hombres y mujeres) y la diversidad de personas que participan en las diferentes etapas de la cadena de valor, fomentan un mejor desempeño porque tienen una visión robusta y complementaria de opiniones, perspectivas, conocimiento y experiencias.
  2. Es clave involucrar a la mujer en la toma de decisiones para mejorar el co-manejo de los recursos, ya que el conocimiento y experiencia desde su perspectiva encamina al logro de objetivos de una manera holística dentro de las pesquerías; y la diversidad de voces equilibra la gobernanza.
  3. Es importante que la mujer misma exija su espacio y demuestre el beneficio que el sector puede llegar a obtener en el buen manejo de las pesquerías.
  4. Las labores que realizan hombres y mujeres son actividades frecuentemente complementarias. Esto evita llegar a una situación de confrontación.
  5. Al hacer hincapié en cómo contribuye la igualdad de género en los proyectos de mejora pesquera y en la sostenibilidad de la pesca, aumentan las posibilidad de que las comunidades pesqueras adopten la perspectiva de género en sus proyectos.
Crear las condiciones para una gestión participativa y basada en valores que apoye el desarrollo sostenible

En los últimos tiempos, un programa de investigación participativa dirigido por el socio privado ha estado trabajando para que la nueva autoridad del patrimonio pueda promover una auténtica gestión del patrimonio participativa y basada en valores. Entender el patrimonio en términos de quién asigna qué importancia puede informar la conservación del sitio y mejorar la gestión del cambio en el paisaje más amplio. Se han cartografiado las diversas percepciones y relaciones con los bienes del Patrimonio Mundial y otros patrimonios, lo que ha permitido que salgan a la luz conexiones e interdependencias que antes se pasaban por alto.

La iniciativa también trabaja para identificar la capacidad de la sociedad civil, las instituciones y los especialistas locales en patrimonio para contribuir a las agendas del patrimonio y, de este modo, ir más allá de la cartografía cultural clásica para comprender qué desencadena un cambio positivo en una amplia red local.

Los primeros resultados tangibles que surgen son herramientas georreferenciadas destinadas a mejorar la toma de decisiones en relación con el cambio y la continuidad y a aprovechar las capacidades locales en el proceso. El objetivo global es aprovechar todo el potencial de la contribución del patrimonio al desarrollo sostenible en esta zona difícil y compleja.

Este trabajo es posible gracias a la adopción de enfoques centrados en las personas de Herculano a múltiples niveles para las actividades y la gestión del sitio durante un largo periodo de tiempo. Esto incluye la participación de múltiples partes interesadas en la identificación de los valores patrimoniales, que luego son la base para comprender los vínculos entre el patrimonio dentro de un paisaje más amplio. También ha incluido dar a Herculano un papel de apoyo a las aspiraciones locales de desarrollo sostenible de forma que aporte beneficios tanto a la comunidad local como al propio patrimonio.

  • Los retos específicos de la zona del Vesubio ya habían llevado intuitivamente al equipo a considerar el éxito de la gestión del yacimiento en términos sociales, económicos y medioambientales, pero cada vez era más importante que las medidas de sostenibilidad debían ir más allá de los confines del yacimiento.
  • Considerar Herculano dentro de una red más amplia de personas y lugares ha permitido sentar las bases de planes a más largo plazo tanto de conservación como de desarrollo sostenible.
  • Para que los resultados de iniciativas participativas ambiciosas sean relevantes, y mantengan su relevancia a lo largo del tiempo, es importante prever un largo periodo de tiempo que permita establecer relaciones de confianza, condición previa para cualquier éxito en este ámbito.
  • Habrá que esperar entre diez y veinte años para saber si la inversión que se está realizando en herramientas, investigación, gestión/intercambio de conocimientos y creación de redes consigue garantizar al patrimonio un papel más dinámico en el desarrollo sostenible y aprovechar los beneficios para las comunidades locales y otras partes interesadas, así como nuevas formas de apoyo al patrimonio.
Conservación y gestión sostenibles de grandes espacios

La naturaleza del enterramiento de Herculano hace 2000 años hizo que las excavaciones al aire libre de principios del siglo XX revelaran un extraordinario nivel de conservación de la ciudad romana, pero tuvieron que ir acompañadas de la estabilización de estas ruinas de varios pisos y del restablecimiento de las calzadas y los sistemas de drenaje. En la actualidad, el yacimiento requiere la conservación del tejido arqueológico, pero también de estas intervenciones de restauración envejecidas, y a escala urbana.

Sin embargo, los esfuerzos realizados en Herculano a finales del siglo XX abordaron el yacimiento como una serie de elementos individuales. Esto se debió en parte al limitado acceso a conocimientos interdisciplinares y a fuentes de financiación estables: predominó la financiación esporádica de capital para proyectos puntuales localizados.

Con el cambio de milenio, se adoptó un nuevo enfoque que cartografiaba los problemas de conservación y las interdependencias entre ellos en todo el sitio, y actuaba en consecuencia. Los esfuerzos iniciales se centraron en resolver situaciones en zonas con riesgo de derrumbe o con elementos decorativos vulnerables. Con el tiempo, la atención se desplazó hacia estrategias a largo plazo para reducir las causas del deterioro y desarrollar ciclos de mantenimiento en todo el sitio sostenibles únicamente por la autoridad pública, de modo que el sitio no volviera a retroceder. El objetivo general se ha cumplido, ya que el socio público es el único responsable de estos trabajos.

La evolución del marco jurídico italiano en 2004 permitió al socio privado contratar directamente obras de conservación y "donar" resultados concretos, en lugar de limitarse a prestar apoyo financiero. Esto permitió a la asociación constituir una auténtica mejora operativa del sistema de gestión existente.

Otras reformas jurídicas del patrimonio cultural en el periodo 2014-2016 aumentaron la flexibilidad y la capacidad de respuesta de los socios públicos a las necesidades del sitio.

  • El análisis interdisciplinar y la toma de decisiones en grandes sitios patrimoniales pueden mejorarse mediante el uso de herramientas de gestión de datos dirigidas por el usuario. La integración de herramientas informáticas interdisciplinares en la planificación, ejecución y supervisión de la conservación fue crucial para lograr una mayor eficacia en el uso de recursos limitados: humanos, financieros e intelectuales.
  • Los amplios plazos de que dispuso la asociación y la presencia durante todo el año de un equipo interdisciplinar permitieron desarrollar una comprensión exhaustiva y matizada de las necesidades del sitio, así como probar exhaustivamente estrategias a largo plazo para abordarlas, antes de traspasar los regímenes de mantenimiento a la autoridad pública encargada del patrimonio.
  • Las extensas y problemáticas intervenciones de restauración del siglo XX son un reto al que se enfrenta gran parte del patrimonio construido y en el que sería deseable un mayor intercambio de conocimientos.
  • La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad financiera del modelo institucional ante la ausencia de ingresos por venta de entradas y las incertidumbres sobre la capacidad del socio público para sostener a largo plazo las mejoras en la conservación y el mantenimiento de los sitios.
Proceso de planificación de la gestión

Un Consejo Local de Custodia (LSC) es el principal representante de una Reserva Mundial de Surf y se encarga de aplicar el Plan Local de Custodia. El LSC colabora con Save The Waves Coalition para proteger, gestionar y defender su ecosistema de surf.

Los miembros del LSC trabajan sobre el terreno y con la comunidad local para llevar a cabo actividades que tengan como resultado la conservación a largo plazo de la reserva, así como celebrar y honrar la tradición del surf y las actividades recreativas en el océano. El Proceso de Planificación de la Custodia reúne al LSC y a importantes miembros de la comunidad para trazar un mapa de las amenazas críticas a la región y plantear metas y objetivos a largo plazo para la protección permanente.

El proceso de planificación de la gestión sigue en general el esquema de "Medidas de éxito", que incluye la creación de un modelo conceptual y el desarrollo de un plan de gestión que identifique metas, objetivos, acciones y plazos en función de las amenazas que haya que abordar.

Entre los factores facilitadores figuran:

  • Un Consejo Local de Custodia bien desarrollado
  • Apoyo del gobierno local o del municipio
  • Mapas de la región y el litoral
  • Un inventario bien elaborado de las amenazas para el medio ambiente
  • Un espacio físico de reunión cómodo

Las lecciones aprendidas de este proyecto son las siguientes:

  • El establecimiento de relaciones entre las partes interesadas es fundamental
Una tecnología adaptada codiseñada con mujeres productoras de algas marinas

La tecnología de las redes tubulares se diseñó conjuntamente con las propias mujeres productoras para garantizar que se adaptara a sus necesidades y pasara a ser suya.

Fueron necesarias varias pruebas para determinar la longitud óptima de las redes (15 m en lugar de 30 m) y la forma de recogerlas (abriéndolas para retirar las algas en lugar de cortarlas). Así se garantizó que las redes se adaptaran a las necesidades de las mujeres.

Los ensayos prácticos participativos con las propias productoras permitieron desarrollar la capacidad de manipulación.

La responsabilización de las productoras en el seguimiento de los resultados de las diferentes configuraciones de redes permitió la apropiación de la innovación.

La estrecha relación del equipo de Sea PoWer con los productores permitió generar confianza y esperanza en la nueva tecnología.

Los amplios conocimientos del equipo de Sea PoWer sobre la producción de algas y el entorno marino de Zanzíbar permitieron proponer rápidamente modificaciones alternativas adecuadas.

Dar responsabilidades y participación en las pruebas a los usuarios finales fue crucial para generar apropiación y confianza en el uso de la innovación de la red tubular.

También fue importante tener en cuenta factores indirectamente relacionados con el manejo de la tecnología en sí, como la necesidad de conocer el entorno marino (mareas, profundidades) y de dominar equipos y prácticas adicionales (trabajar desde un barco).