Creación y potenciación de los exploradores comunitarios del CFA de Mtakimau


Para reforzar la protección de los manglares y la vigilancia comunitaria, se seleccionó y formó a doce exploradores comunitarios de la Asociación Forestal Comunitaria (AFC) de Mtakimau. Equipados con uniformes, técnicas de patrulla, herramientas de comunicación y conocimientos básicos de aplicación de la ley, los exploradores apoyan activamente la restauración, vigilancia y concienciación en las 2.550 hectáreas de manglares. Los scouts realizan patrullas periódicas, detectan actividades ilegales, sensibilizan a las comunidades locales sobre la conservación de los bosques y colaboran con los funcionarios del Servicio Forestal de Kenia (KFS) en las medidas de ejecución. Su labor refuerza la presencia sobre el terreno y ayuda a salvar la distancia entre las autoridades forestales oficiales y la comunidad.

  • Formación técnica y apoyo operativo proporcionados por KFS y WWF-Kenia.
  • Suministro de uniformes e incentivos (como comidas durante las patrullas) para motivar a los exploradores.
  • Fuerte implicación de la comunidad y reconocimiento de los exploradores como embajadores de la conservación.
  • Funciones claras e integración en el Plan de Gestión Forestal Participativa (PFMP).
  • Ofrecer apoyo logístico y pequeños incentivos (como comidas o estipendios) mantiene el compromiso de los scouts a lo largo del tiempo.
  • La formación temprana en resolución de conflictos y relaciones con la comunidad mejora la eficacia de las patrullas.
  • El reconocimiento y la visibilidad (uniformes, presentaciones públicas) aumentan la credibilidad de los scouts en la comunidad.
  • El trabajo de los scouts debe integrarse en estrategias más amplias de conservación y aplicación de la ley para evitar el aislamiento o el agotamiento.
Actividades comunitarias de creación y restauración de viveros de manglares

Los miembros del MTAKIMAU CFA, apoyados por WWF-Kenia y el Servicio Forestal de Kenia (KFS), tomaron la iniciativa de restaurar las zonas degradadas del paisaje de manglares de Mtwapa-Takaungu-Kilifi, de 2.550 hectáreas. Crearon un vivero modelo de manglares en la aldea de Nzombere y recibieron formación práctica sobre propagación de especies autóctonas, gestión de viveros y plantaciones de enriquecimiento. A partir de la cartografía del PFMP, priorizaron la restauración de las zonas degradadas. En junio de 2024, la comunidad plantó 21.786 plántulas: el WWF-Kenia compró 13.786 y la CFA aportó 8.000. El vivero produce ahora más de 10.000 plántulas. El vivero, que ahora produce más de 10.000 plántulas, sirve tanto de centro de restauración como de fuente de ingresos sostenible a través de la venta de plántulas a socios de restauración. El seguimiento mensual garantiza la salud del vivero y favorece la regeneración forestal a largo plazo.

  • La estrecha colaboración entre Mtakimau CFA, WWF-Kenia y KFS proporcionó un apoyo técnico, financiero y logístico constante.
  • El desarrollo de capacidades a medida capacitó a los miembros de la comunidad para gestionar los viveros y llevar a cabo la restauración de forma independiente.
  • El mapeo participativo del PFMP garantizó que la restauración se centrara en lugares degradados de importancia ecológica y social.
  • Unas estructuras claras de reparto de beneficios motivaron la participación activa y garantizaron que los grupos comunitarios recibieran ingresos por la venta de plántulas.
  • La supervisión y el apoyo periódicos reforzaron la rendición de cuentas y mejoraron el rendimiento de los viveros.
  • Involucrar a las comunidades desde el principio y de forma sistemática fomenta su implicación y garantiza el éxito de los esfuerzos de restauración.
  • Formar a los miembros de la comunidad en técnicas de gestión y restauración de viveros les capacita para dirigir y mantener las actividades de restauración.
  • Utilizar la planificación participativa de la gestión forestal para identificar los lugares degradados garantiza que la restauración responda a las prioridades locales y a las necesidades ecológicas.
  • La estructuración de la venta de plantones con un reparto justo de los beneficios motiva la participación de la comunidad y apoya los medios de subsistencia locales.
  • La supervisión periódica fomenta la rendición de cuentas, mantiene la calidad de los viveros y mejora los resultados de la restauración a largo plazo.
Planificación participativa de la gestión forestal (PFMP) Y ACUERDOS

El Plan de Gestión Forestal Participativa de los Manglares de MTAKIMAU (PFMP) 2024-2028 orienta la gestión sostenible de aproximadamente 2.550 hectáreas de manglares en Mtwapa, Takaungu y Kilifi. Desarrollado en virtud de la Sección 47(1) de la Ley de Conservación y Gestión Forestal (2016), el plan fue el resultado de un proceso altamente participativo dirigido por la Asociación Forestal Comunitaria (CFA) de Mtakimau, en colaboración con el Servicio Forestal de Kenia (KFS), WWF-Kenia y otras partes interesadas locales.

El proceso comenzó con barazas comunitarias que reestructuraron y registraron la CFA. A continuación, las partes interesadas formaron y capacitaron a un Equipo de Revisión de la Planificación Local (ERPL), que realizó evaluaciones forestales, encuestas de hogares, cartografía participativa y diálogos comunitarios. Juntos, diseñaron el PFMP para definir las prácticas de uso sostenible de los bosques, identificar las prioridades de conservación y establecer mecanismos equitativos de reparto de beneficios. El plan refleja las aspiraciones de la comunidad, garantiza la integridad ecológica y refuerza la resistencia al cambio climático. KFS y el CFA formalizaron su asociación mediante la firma de un Acuerdo de Gestión Forestal (FMA) jurídicamente vinculante basado en este plan.

  • La sólida colaboración institucional entre KFS, WWF-Kenia, el gobierno del condado de Kilifi y las comunidades locales garantizó el apoyo técnico y administrativo.
  • La participación temprana e inclusiva de la comunidad, incluidas las barazas de las aldeas y la formación de grupos de usuarios, fomentó la apropiación y la confianza.
  • El desarrollo de las capacidades del Equipo de Revisión de la Planificación Local (LPRT, por sus siglas en inglés) capacitó a los miembros de la comunidad para dirigir las encuestas, la cartografía y las actividades de planificación.
  • El respaldo legal en virtud de la Ley de Conservación y Gestión Forestal (2016) proporcionó un marco claro para la participación comunitaria y la cogestión.
  • El apoyo financiero y técnico adecuado del Proyecto Bengo (financiado por el BMZ a través de WWF-Kenia) permitió la recopilación exhaustiva de datos y el desarrollo del plan.
  • La implicación temprana de la comunidad fomenta la apropiación y conduce a planes de gestión más integradores y prácticos.
  • La formación de representantes locales (LPRT) crea una capacidad duradera para la planificación y la toma de decisiones dirigidas por la comunidad.
  • El reconocimiento legal de las asociaciones forestales comunitarias (AFC) es esencial para la cogestión formal y la rendición de cuentas.
  • Un enfoque multilateral refuerza la legitimidad, la movilización de recursos y la calidad técnica del plan.
  • La recopilación de datos sobre el terreno y la cartografía participativa garantizan que los conocimientos de la comunidad y las realidades locales conformen el plan final.
Fortalecimiento de la gobernanza comunitaria a través de los CFA

La Asociación Forestal Comunitaria (AFC) de Mtakimau se revitalizó mediante la reestructuración y el desarrollo de la capacidad de gobernanza. La transición de grupos vagamente organizados en las aldeas a miembros individuales formales mejoró la rendición de cuentas, la transparencia y la participación inclusiva. Sesenta líderes de base recibieron formación sobre liderazgo, movilización de recursos, gestión de conflictos y legislación forestal. Las elecciones democráticas establecieron un comité de gestión y un comité ejecutivo. Además, se impartieron sesiones sobre salvaguardias medioambientales y sociales y mecanismos de reclamación, mejorando la capacidad del CFA para gestionar los recursos de los manglares de forma sostenible. Esta transformación fomentó la apropiación local y posicionó al CFA como una institución creíble, dirigida por la comunidad, que apoya la restauración y conservación a largo plazo de los manglares en el condado de Kilifi.

  1. La colaboración activa entre KFS, WWF-Kenia y el gobierno local (Gobierno del Condado de Kilifi) garantizó el apoyo técnico e institucional.
  2. La participación inclusiva de la comunidad a través de reuniones en las aldeas (barazas), elecciones y formación generó confianza y apropiación.
  3. La existencia de leyes de apoyo (por ejemplo, la Ley de Conservación y Gestión Forestal de 2016) permitió el reconocimiento formal de los CFA y la participación estructurada de la comunidad.
  4. La formación específica mejoró las capacidades de liderazgo, gobernanza y movilización de recursos.
  5. Las estructuras de gobernanza claras y los resultados visibles de la restauración reforzaron la rendición de cuentas y la motivación.
  • La participación temprana y coherente de las partes interesadas fomenta la credibilidad y facilita la ejecución.
  • Unas elecciones transparentes y unas funciones definidas refuerzan la gobernanza y la rendición de cuentas en los CFA.
  • El desarrollo de capacidades debe ser específico para cada contexto y continuo para mantener un liderazgo comunitario eficaz.
  • El reconocimiento legal y la organización estructurada capacitan a los CFA para acceder a derechos y recursos.
  • Los beneficios visibles de la restauración aumentan la motivación y el compromiso de la comunidad con la conservación a largo plazo.
Biofermentador solar

El biofermentador solar automatiza el proceso de fermentación para la preparación de insumos biológicos. El sistema consta de dos depósitos (para fermentación y filtración), un motor alimentado por pilas y un controlador de tiempo. El fermentador funciona íntegramente con energía solar y cuenta con un agitador automático de lodos que remueve la mezcla seis veces al día, suministrando oxígeno a intervalos regulares para favorecer la actividad microbiana y una fermentación constante. El proceso de filtración en seis etapas permite utilizar el producto en diferentes métodos de aplicación: como purín para aplicación al suelo, como solución filtrada para pulverización foliar o a través de sistemas de riego por goteo.

El biofermentador puede adoptarse a nivel de explotación individual o como parte de un modelo compartido. En el enfoque basado en la comunidad, un agricultor se convierte en proveedor de servicios, preparando insumos naturales y suministrándolos a los agricultores cercanos a cambio de una tarifa. Este modelo apoya la iniciativa empresarial local y facilita un acceso más amplio a insumos biológicos de alta calidad, incluso para los agricultores que no tengan tiempo o capacidad para manejar el fermentador por sí mismos.

Financiación

A pesar del potencial de ahorro a largo plazo de los biofermentadores solares, la adopción de la tecnología se ve limitada en gran medida por el coste de inversión inicial, que suele ser prohibitivo, especialmente para los pequeños agricultores.

Para permitir un acceso más amplio, GIC estableció un modelo de financiación renovable a través de sus organizaciones de productores agrícolas (OPF) asociadas, KPM y CVA, que ahora actúan como facilitadores de la adopción por parte de los pequeños agricultores de la región.

Las OPF han obtenido un préstamo a 10 años para financiar los biofermentadores solares para sus miembros. En lugar de distribuir el equipo a cambio de subvenciones gratuitas o de exigir el pago total por adelantado, las OPF implantaron un sistema de reembolso interno que permite a los agricultores devolver el coste gradualmente a lo largo de un año.

Cada año, un nuevo grupo de agricultores recibe ayuda utilizando los reembolsos recaudados en el ciclo anterior. Este sistema permite que los mismos fondos circulen anualmente, llegando así a un mayor número de beneficiarios sin necesidad de financiación externa repetida.

El modelo reduce la presión financiera sobre los agricultores individuales, fomenta el reembolso responsable y refuerza el papel de las OPF como facilitadores financieros para sus miembros. También garantiza que el acceso a los equipos no se limite a aquellos que pueden permitirse altos costes iniciales o navegar por los sistemas de crédito formales, haciendo que el modelo sea mucho más inclusivo y escalable.

Creación de empleo adicional a lo largo de la cadena de valor

El modelo no sólo mejora las oportunidades de ingresos de las empresarias en torno a las que se centra, sino que también crea una variedad de puestos de trabajo adicionales con diferentes niveles de cualificación en toda la cadena de valor. Al abordar todos los pasos desde el producto en bruto hasta el mercado, la intervención genera empleo en transporte, procesamiento, logística, mantenimiento de equipos y control de calidad. Según S4S Technologies, sólo en Maharashtra y Karnataka se crearon más de 200 puestos de trabajo a través del proyecto, incluidos ejecutivos de campo, supervisores de producción, técnicos, conductores, porteadores, operadores de maquinaria y personal de fábrica. Además, el 14% de las empresarias encuestadas declararon haber creado al menos un puesto de trabajo en su unidad de secado solar.

  • Implicación en toda la cadena de valor, desde el abastecimiento hasta la transformación secundaria
  • Necesidades operativas y de infraestructura derivadas de las unidades de transformación descentralizadas
  • Coordinación a través de S4S Technologies para gestionar la agregación, el mantenimiento y la logística
Protección de los polinizadores silvestres

La medida de polinización más sencilla y barata es la protección de las abejas y otros polinizadores en los huertos, ya que estos insectos desempeñan un papel esencial en la polinización de los frutales. Para ello, el proyecto promovió un enfoque dual que combina prácticas agrícolas protectoras con la creación de hábitats en las explotaciones para los polinizadores.

Se introdujo a los agricultores en la gestión integrada de plagas (GIP), que hace hincapié en las alternativas a los pesticidas químicos y en técnicas como la prospección y la poda para reducir la incidencia de plagas. También se les animó a adoptar prácticas respetuosas con las abejas, como evitar el uso de pesticidas durante la floración, aplicarlos sólo cuando sea necesario, con las técnicas adecuadas y las dosis apropiadas, mantener la diversidad floral durante todo el año y coordinarse estrechamente con los apicultores. Estas medidas contribuyen a reducir los daños a los polinizadores, disminuir los costes de los insumos y minimizar los residuos químicos.

Como complemento de estas prácticas, los agricultores instalaron estructuras de nidificación sencillas y de fabricación local, como colmenas de barro y hoteles para abejas, para apoyar a las abejas melíferas autóctonas y a los polinizadores silvestres. Estas especies autóctonas están bien adaptadas a las condiciones locales y suelen permanecer activas a temperaturas más bajas, lo que las hace especialmente valiosas durante los periodos críticos de floración.

  • Promoción de prácticas de bajo coste y fáciles de adoptar, en consonancia con los conocimientos existentes y la disponibilidad de recursos de los agricultores.
  • Utilización de materiales locales para construir estructuras de nidificación sencillas, como colmenas de barro y hoteles para abejas.
  • La estrecha participación de los agricultores desde el principio en el pilotaje de las nuevas técnicas garantizó su adopción generalizada.
  • La difusión de las mejores prácticas por parte de la UHF y su respaldo científico garantizaron el anclaje institucional.
Refuerzo de las capacidades

Además de apoyar el acceso de los agricultores a cámaras frigoríficas y servicios de valor añadido, el proyecto GIC impartió cursos de sensibilización para agricultores que abarcaban no sólo el funcionamiento de la tecnología en sí, sino también conocimientos más amplios sobre cómo evitar las pérdidas postcosecha. Estas formaciones se diseñaron como un módulo de formación replicable para beneficiar a los agricultores a mayor escala. El módulo permite a otros profesionales y organizaciones del entorno conocer el enfoque y transmitir conocimientos prácticos a los agricultores, capacitándoles para gestionar adecuadamente sus productos y maximizar así sus ingresos.

El módulo incluye diversos temas destinados a ofrecer a los agricultores una visión global y práctica de la necesidad del almacenamiento frigorífico, las tecnologías y métodos disponibles y cómo adoptarlos eficazmente, incluida información sobre la financiación y los programas gubernamentales que permiten su acceso.

Además de sensibilizar, el GIC pretendía reforzar la capacidad de los agricultores para utilizar en la práctica los sistemas de almacenamiento frigorífico y cubría temas como el funcionamiento de los sistemas y las necesidades de almacenamiento específicas de cada cultivo.

  • Las formaciones se diseñaron cuidadosamente para que pudieran repetirse.
  • Los conocimientos técnicos se combinan con una gestión más amplia de las pérdidas posteriores a la cosecha.
  • Las formaciones enseñan a los agricultores a acceder a los planes gubernamentales.
  • El módulo capacita no sólo a los agricultores directos, sino también a los profesionales y otras organizaciones para seguir difundiendo los conocimientos.
Movilización de la comunidad para aumentar la implicación y el cambio de comportamiento

Los funcionarios forestales de distrito interactuaron con los líderes tradicionales y las comunidades que viven en los alrededores de la zona forestal seleccionada.