Capacitación para el futuro

Nuestro proyecto trata de la gobernanza medioambiental en un plazo de 20 o 30 años. Es muy probable que las cuestiones de ordenación del espacio marino sean cada vez más complejas y los responsables dentro de 20 años no serán obviamente los mismos que hoy. Esta es la razón por la que hemos diseñado y desarrollado un amplio programa de capacitación que incluye la creación de un máster sobre gestión medioambiental de las industrias extractivas (máster GAED), un centro de documentación académica, sesiones de formación y prácticas. Además, y a la espera de que esta futura generación esté preparada, tenemos que conseguir que las instituciones (y no sólo las personas) estén preparadas para mantener y utilizar las herramientas técnicas que hemos contribuido a crear (por ejemplo, la implantación de un sistema de vigilancia y alerta temprana de microcontaminación). Por eso nuestro proyecto proporciona a la administración y a los representantes de la sociedad civil equipos y sesiones de formación.

  • Instituciones fuertemente comprometidas (especialmente institutos científicos)
  • Sólido trabajo preparatorio: identificación inclusiva de las necesidades de las partes interesadas
  • Transparencia en la selección de estudiantes (Máster)
  • Todas las partes interesadas han pedido la creación de un plan de estudios académico de este tipo (Máster)
  • Aprender haciendo es más eficaz que los talleres...
  • Los resultados de nuestro programa de desarrollo de capacidades van más allá de los efectos esperados de las sesiones de formación (creación de redes internacionales, publicaciones científicas, ruptura de barreras interinstitucionales...).
Comité de Control y Vigilancia (CCS)

Con el apoyo de la WCS y bajo la dirección de la agencia gubernamental de control de la pesca, cada asociación ha creado un Comité de Control y Vigilancia (CCS) local formado por guardas comunitarios voluntarios, reconocidos oficialmente por el Gobierno y provistos de un distintivo de identificación registrado y numerado. El CCS permite aplicar y hacer cumplir las normas y reglamentos establecidos tanto en el plan de gestión como en las dinas. Los guardas forestales están equipados y formados para llevar a cabo misiones de vigilancia y control, y reciben formación específica sobre: conocimiento de la normativa; métodos de concienciación; disuasión/sanciones; represión; registro de infracciones; y definición de estrategias y organización para las misiones de vigilancia y control. Los guardas proceden de diversos medios sociales y entre ellos hay hombres y mujeres, jefes de aldea, autoridades tradicionales y religiosas, operadores del sector privado, maestros de escuela y pescadores. Los CCS llevan a cabo misiones según calendarios variables y en función de las circunstancias, con patrullas conjuntas de varias asociaciones para cubrir zonas más extensas o misiones conjuntas de guardas forestales de los CCS y representantes gubernamentales encargados de la aplicación de la legislación pesquera cuando se observan infracciones importantes.

  • Voluntad del Gobierno de transferir formalmente ciertas responsabilidades de aplicación a las comunidades y de reconocer formalmente el papel de las comunidades locales.
  • En las fases iniciales, un socio técnico y financiero que pueda proporcionar un apoyo externo sustancial para el establecimiento, el pilotaje y la aplicación inicial de los sistemas.
  • Comunidades dispuestas a desempeñar el papel de ejecutoras y a comprender los beneficios que de ello se derivarán.

Es necesario considerar la financiación a largo plazo y establecer sistemas de sostenibilidad financiera desde el inicio del desarrollo del proyecto. Del mismo modo, es importante planificar la autonomía técnica de los CAC para que pueda haber una retirada progresiva de los socios técnicos. Estos sistemas dirigidos por la comunidad tienen muchos aspectos positivos: proximidad, flexibilidad, compromiso, etc. - pero es importante garantizar que no se desarrollen de forma que intenten duplicar o sustituir el papel regulador del Gobierno. Esto es especialmente cierto en situaciones como la de Madagascar, donde los agentes gubernamentales carecen de recursos suficientes y están en gran medida ausentes de las actividades regulares de aplicación de la ley sobre el terreno. Desde un punto de vista práctico, los uniformes y las insignias son muy importantes para dar a los guardabosques un estatus elevado en las comunidades para que sean respetados y para animar a otros a unirse a la CCS.

El Dinabe: una convención social entre comunidades locales

La dina es una convención social tradicional que ayuda a regular la vida en las comunidades de Madagascar. Permite a las comunidades locales elaborar un conjunto de normas y reglamentos para regir un determinado conjunto de circunstancias y se utiliza habitualmente en relación con la gestión de los recursos naturales. Las dinas se elaboran de forma participativa y se les da peso legal mediante su homologación en los tribunales locales. Su aplicación corresponde a la comunidad local. En el caso de la bahía de Antongil, se crearon 26 dinas, una por cada asociación de pescadores de cada reserva marina gestionada localmente. Las dinas comprenden

  1. un conjunto de normas para las principales infracciones (artes destructivas, tamaño mínimo de los peces, etc.),
  2. un conjunto de normas acordes con el contexto local (tabúes, normas de pesca nocturna, etc.), y
  3. un conjunto de sanciones.

Además de las dinas locales, las comunidades locales de las 26 reservas marinas acordaron crear una "dinabe", que pretende federar las dinas individuales y proporciona un marco global para el uso sostenible de los recursos marinos y las zonas costeras de la bahía de forma complementaria al plan de gestión de toda la bahía.

  • Un proceso de difusión de información y educación era esencial para garantizar que las comunidades tuvieran los conocimientos necesarios para tomar decisiones sobre el contenido de las dinas.
  • Al tiempo que se mantenía el liderazgo comunitario del proceso, la participación desde el principio del Gobierno era importante para minimizar el riesgo de que surgieran obstáculos más adelante.
  • El reconocimiento legal de las convenciones sociales es esencial para su legitimidad tanto a los ojos de la comunidad como del Gobierno.
  • Aunque difícil de conseguir debido a la falta de un portavoz reconocido, la implicación de los pescadores migrantes o externos en el proceso de elaboración del plan de gestión de toda la bahía (que establece los principios de los derechos de pesca exclusivos para las comunidades locales) habría ayudado a mitigar su influencia negativa en el proceso de homologación del dinabe.
  • No todas las partes van a apoyar la gestión local de los derechos de pesca y pueden surgir situaciones inesperadas o de oposición, como ocurrió con un grupo de pescadores externos que bloquearon la homologación del dinabe definitivo.
  • Las relaciones construidas durante el proceso entre todas las partes interesadas son un resultado tan importante como el plan de gestión y el dinabe y proporcionan una base sólida sobre la que superar los problemas. El proceso de elaboración del plan de gestión y el dinabe creó una red de socios que antes no existía y que ahora trabaja conjuntamente para resolver el problema de la homologación del dinabe.
Plan de Cogestión Pesquera de la Bahía de Antongil (ABFMP)

El Plan de Cogestión Pesquera de la Bahía de Antongil (ABFMP) es un marco jurídico nacional que reconoce los derechos de gestión de las comunidades locales. Se elaboró gracias a importantes esfuerzos de colaboración entre la WCS, los usuarios de los recursos y el Gobierno. El resultado fue el primer plan de cogestión de pesquerías tradicionales, artesanales e industriales a escala del paisaje marino de Madagascar, que abarca 3.746 km2 de hábitats marinos y confiere oficialmente autoridad de gestión pesquera a las comunidades locales. El plan reconoce el papel de las reservas marinas de la bahía de Antongil en la recuperación de recursos y fija niveles máximos para la pesca tradicional, artesanal e industrial. El decreto por el que se adopta el ABFMP otorga a las asociaciones de pescadores los derechos de elaborar reglamentos adaptados al contexto local, determinar y aplicar medidas prácticas para garantizar el respeto de la normativa, registrar y expedir licencias a los pescadores locales, y establecer y hacer cumplir las distintas zonas dentro de las áreas de pesca gestionadas localmente. Las asociaciones locales de pescadores son oficialmente responsables de la aplicación del ABFMP y participan activamente en las actividades de inspección, vigilancia y control.

  • Importante consulta a las partes interesadas durante un largo periodo (108 reuniones, 6 talleres, 1.466 participantes a lo largo de 7 meses).
  • Esfuerzos simultáneos para aumentar la concienciación de las comunidades locales en relación con el valor social, económico y de conservación de los recursos marinos y el funcionamiento de los ecosistemas, de modo que dispongan de información para participar activamente en debates y discusiones.
  • Facilitación de la cooperación entre las partes interesadas a distintos niveles mediante la creación de una asociación de múltiples socios (PCDDBA) que sirva de plataforma de intercambio y debate.
  • Es esencial garantizar que todos los participantes en el proceso tengan el mismo nivel de información y, en particular, que la comunidad local pueda participar activamente.
  • Es necesario planificar los recursos de acompañamiento del proceso a largo plazo para poder absorber los retrasos inevitables y llevar el proceso hasta el final.
  • Es necesario gestionar las expectativas de la comunidad y del Gobierno sobre el calendario para la obtención de resultados positivos de la aplicación de dicho proceso.
  • Es necesario facilitar cuidadosamente el proceso para superar las barreras tradicionales y culturales que dificultan la plena participación de los grupos marginales (familias pobres, pescadores locales, mujeres, jóvenes, etc.).
Formulario de solicitud de datos

Los resultados y datos científicos suelen publicarse en formatos a los que los gestores no pueden acceder o que les resultan difíciles de procesar y extraer directamente información útil (por ejemplo, publicaciones científicas). Una vez que los gestores sepan qué datos necesitan para informar la gestión (hayan reflexionado sobre los objetivos y los indicadores), pueden crear un formulario de solicitud de datos en el que pidan a los investigadores los datos específicos más relevantes para la gestión de las AMP y en el formato que utilizan los gestores para permitir una rápida comprensión e integración en las bases de datos existentes.

Formación para comprender los ecosistemas marinos y costeros. Los gestores saben qué datos necesitan para la gestión. Los científicos están dispuestos a compartir los datos (puede ser necesario un memorando de acuerdo -como parte del formulario de solicitud de datos- en el que se especifique cómo se utilizarán los datos).

Los gestores suelen sentirse frustrados por la falta de acceso a los datos recogidos en sus AMP. Los científicos suelen proporcionar datos, pero en formatos que los gestores no prefieren. Encuestamos a gestores de AMP de 8 naciones para determinar cómo les gustaría recibir datos de los gestores, y luego les ayudamos a elaborar formularios de solicitud de datos que reflejaran sus necesidades, y en las unidades que ellos entienden. Los investigadores se han mostrado dispuestos a rellenar estos formularios, sobre todo cuando contienen un memorando de entendimiento que indica que los datos se utilizarán para la gestión y no en publicaciones o presentaciones sin consentimiento y agradecimientos previos. Esto ha aumentado el acceso de los gestores a los datos.

Supervisión periódica de las ZMP

Los gestores y los miembros de la comunidad suelen tener poca formación en sistemas ecológicos y sociales marinos y costeros. Realizar un seguimiento mensual proporciona datos sobre el sistema, pero también un mecanismo para que los gestores comprendan y sean testigos de los cambios en el sistema. Involucrar a los miembros de la comunidad en este proceso ayuda a promover la colaboración en la resolución de problemas. Por último, este proceso ayuda a los gestores a comprender mejor los datos que reciben de los científicos porque saben lo que implica la recogida de datos.

  • Formación para comprender los ecosistemas marinos y costeros.
  • Proceso participativo con gestores, científicos y miembros de la comunidad.
  • Apoyo de la agencia para el uso de embarcaciones y equipos para el seguimiento mensual.
  • Supervisión científica de los métodos de seguimiento y de la introducción/análisis de datos.

La vigilancia colaborativa de los sistemas marinos ha sido el componente más eficaz del programa SAM, porque genera entusiasmo por el sistema marino. Antes, muchos gestores de AMP y miembros de la comunidad no sabían nadar y conocían poco los sistemas marinos. Introducirlos en la vigilancia ha hecho que muchos aumenten drásticamente su capacidad natatoria y participen. Además, el conocimiento de primera mano adquirido al realizar el seguimiento ha aumentado la comprensión de los retos y la voluntad de encontrar soluciones de gestión. Sin embargo, la gestión de los datos es un problema continuo que necesita apoyo científico y, potencialmente, formularios de introducción de datos que ayuden a evitar errores.

Desarrollo de objetivos SMART nacionales

Gestionar sin objetivos es como conducir un coche con los ojos vendados. Los objetivos ayudan a determinar la eficacia de la gestión actual, qué zonas necesitan una gestión activa y si las medidas adoptadas contribuyen a que el sistema avance hacia las metas fijadas. Desarrollamos un amplio conjunto de indicadores ecológicos y sociales, hacemos que los científicos sociales y ecológicos de la región los prioricen y trabajamos con los gestores para priorizar independientemente los indicadores y desarrollar objetivos centrados en cada meta de gestión. La lista final incluye las prioridades de gestores y científicos y es revisada por las partes interesadas y los científicos regionales. Las listas de objetivos son flexibles y se actualizan con frecuencia. Debido a la falta de datos o de capacidad analítica, les ayudamos a realizar una revisión bibliográfica y a establecer objetivos ecológicos utilizando datos de referencia (por ejemplo, el estado histórico o el estado dentro de las zonas de referencia de AMP protegidas durante mucho tiempo), la no linealidad en grandes conjuntos de datos (es decir, niveles umbral en los que cambia el estado del ecosistema) o niveles objetivo establecidos (por ejemplo, niveles fijados por los gobiernos). Para los objetivos de estado social, trabajamos con gestores y partes interesadas y utilizamos direcciones de referencia (mejora del estado existente), u objetivos normativos (basados en valores).

  • Formación para comprender los ecosistemas marinos y costeros.
  • Proceso participativo con gestores, científicos y miembros de la comunidad.
  • Apoyo de los organismos al uso de objetivos para orientar la gestión.

Los gestores consideran que el proceso de selección de objetivos es muy valioso y los objetivos les ayudan a comprender la situación y a orientar la toma de decisiones. Sin embargo, los objetivos deben ser asumidos por la agencia, los gestores y la comunidad para ser eficaces y deben incorporarse a la política nacional de gestión de AMP. La selección de objetivos de gestión requiere que los gestores y la comunidad comprendan el sistema socioecológico, por lo que puede ser necesaria una formación previa.

Establecer relaciones con las comunidades trabajando juntos
Nuestros ejemplos más exitosos de grupos comunitarios que participan en la preservación y promoción del patrimonio cultural y natural son aquellos en los que hemos establecido sólidas relaciones entre el Jamaica Conservation and Development Trust (JCDT) como gestor del Parque Nacional y los líderes comunitarios; en un caso, un líder comunitario era un antiguo empleado del JCDT. Las relaciones van más allá de un mero proyecto o actividad, y llegan incluso a pasar tiempo personal, por ejemplo, asistiendo a actos culturales de la comunidad durante un fin de semana. Las relaciones son bidireccionales, por lo que debe haber actividades en las que cada organización haga algo que beneficie a la otra. De nuevo, en nuestros dos ejemplos más exitosos, los dos grupos comunitarios desempeñan papeles clave pero diferentes en el festival cultural del Parque Nacional: uno actúa como artista y el otro prepara la comida. Uno de los grupos se encarga también de avisar a la oficina del avistamiento de una especie endémica de animal que se encuentra principalmente en los alrededores de esa comunidad; de otro modo, el Parque Nacional no dispondría de esta información.
El responsable del área protegida debe estar dispuesto y ser capaz de escuchar las necesidades de las partes interesadas de la comunidad local y orientarlas en la dirección correcta si no se puede prestar asistencia directamente. Utilice tanto conversaciones informales como reuniones y talleres formales.
- El establecimiento de relaciones requiere confianza y responsabilidad: ambas partes deben saber que pueden contar con la otra, por ejemplo, para proporcionar los fondos o el apoyo prometidos en el momento oportuno. Así, por ejemplo, si el JCDT invita a un grupo a participar en un acto, éste se presenta puntualmente y ofrece una actuación profesional, y el JCDT se asegura de que se le pague puntualmente después del acto, pero con una cuota de movilización para que pueda pagar el transporte para asistir al acto. - No prometas más de lo que puedes cumplir y asegúrate, como gestor del Área Protegida, de explicar tus limitaciones. - No espere que los grupos comunitarios presten servicios gratuitos al Parque Nacional - el Parque Nacional y el grupo comunitario deben tener una relación profesional y comercial - se puede pedir un descuento pero hay que valorar la aportación del grupo comunitario - Los beneficios deben ser mutuos.
Ecoarquitectura y ecooperaciones

Para garantizar que las operaciones turísticas en la AMP no dañen el ecosistema circundante, CHICOP se ha comprometido desde el principio a realizar operaciones e infraestructuras ecológicamente sostenibles. Todos los edificios de la isla (7 bungalows para visitantes, un centro de visitantes y las dependencias del personal) tienen un sistema de captación de agua de lluvia para las duchas y el agua del grifo, que se calienta con energía solar; un sistema vegetativo de filtración de aguas grises para la gestión de las aguas residuales; generación de energía fotovoltaica e inodoros de compostaje. No se necesitan aparatos de aire acondicionado ni otros refrigerantes porque los bungalows están situados de forma que los vientos coincidan con las direcciones estacionales predominantes. Los residuos orgánicos se convierten en abono y se reutilizan en los retretes de compostaje. Los residuos no orgánicos se reducen en origen (no se adquieren bolsas de plástico / uso de envases rellenables, etc.), y todos los productos de desecho que son reutilizables (como tarros, botellas) se utilizan en la propia casa o se decoran y venden como artesanía. Los pocos residuos que quedan se retiran de la isla. Los huéspedes utilizan linternas solares por la noche para evitar la contaminación lumínica, y todos los edificios están alejados de la playa, situados al menos 4 metros por encima de la marca de pleamar para evitar posibles daños por las mareas tormentosas y la erosión costera.

  • La aparición de ecotecnologías en el mercado cuando Chumbe se estaba estableciendo, y el apoyo a la importación de elementos tecnológicos avanzados (paneles fotovoltaicos).
  • La ecoarquitectura como campo nuevo: la voluntad de un experto que concibió el diseño de Chumbe, combinada con la apertura de Chumbe a experimentar con la nueva arquitectura, dio como resultado el ecoalbergue de Chumbe.
  • Los esfuerzos de los artesanos y constructores locales por adoptar y aprender nuevos conceptos y técnicas.
  • Aprendiendo y adaptándose en el camino.

La mayoría de los sistemas han funcionado bien en todo momento, sin embargo, se encontraron los siguientes retos:

  • Las ecotecnologías no sólo eran desconocidas para los constructores locales, sino que además se disponía de poca experiencia sobre su funcionamiento en las condiciones de las islas tropicales, lo que exigía planteamientos creativos basados en soluciones para los problemas de mantenimiento a lo largo del tiempo.
  • Entre 1994 y 1997, Zanzíbar sufrió una crisis energética que provocó escasez de combustible y cemento en el mercado local. Esto complicó el proceso de construcción y contribuyó a enormes retrasos. Las operaciones de construcción duraron en total más de cuatro años, en lugar del año previsto inicialmente. Como consecuencia, los costes de inversión se dispararon y hubo que ajustar la estructura de precios para apuntar más al mercado.
  • Algunas tecnologías, en particular la fotovoltaica y la filtración vegetativa de aguas grises, resultaron difíciles de utilizar y mantener y necesitaron varias intervenciones de expertos.
Gestión y aplicación de las AMP

Tras la publicación de la AMP de Chumbe en 1994 por el Gobierno de Zanzíbar, se confió la gestión del Santuario de Arrecifes a CHICOP por un periodo renovable de 10 años (actualmente en su tercer periodo de renovación). Los planes de gestión definen objetivos, actividades, normas de investigación y lo que se debe y no se debe hacer, tanto para los visitantes como para el personal. Sólo se permiten actividades no consuntivas y no explotadoras. La investigación se limita a estudios no extractivos, y están prohibidas la pesca y el fondeo no autorizado en la AMP. El buceo sólo está permitido a investigadores y equipos de rodaje de documentales. Para aumentar la capacidad de hacer cumplir la ley, los guardabosques reciben formación continua en técnicas y procesos de vigilancia para promover y garantizar el cumplimiento de la AMP. Las patrullas se realizan en barco, a pie y desde lo alto del faro. Los guardas no van armados y confían en persuadir a los pescadores y concienciarlos. Los informes diarios de vigilancia se comparten con el Departamento de Desarrollo Pesquero de Zanzíbar. El número de visitantes por día está restringido y sólo las embarcaciones organizadas por Chumbe pueden llevar visitantes a la AMP. Se colocan boyas de demarcación a lo largo de los límites de la AMP y los niveles de cumplimiento son altos, con relaciones positivas con los pescadores locales.

  • El marco jurídico permitió el establecimiento de un acuerdo de gestión entre el gobierno y CHICOP.
  • El empleo de antiguos pescadores formados en el trabajo y dotados de oportunidades de capacitación, la participación de una amplia gama de interesados y la aplicación de la educación ambiental han creado relaciones positivas con las comunidades locales.
  • El pequeño tamaño de la AMP permite un patrullaje eficaz.
  • La financiación a largo plazo garantiza la aplicación efectiva de la ley mediante el suministro de equipos y guardas formados a tiempo completo.

Chumbe ha sido reconocida como una AMP gestionada eficazmente sobre la base de una serie de criterios biofísicos, sociales y de gobernanza. La clave de una gestión eficaz ha sido la evaluación continua de las actividades en relación con los objetivos de la AMP y la respuesta oportuna a los retos mediante una gestión adaptativa. La lejanía de Chumbe, su tamaño relativamente pequeño y el trabajo comprometido de los guardabosques han contribuido a una aplicación eficaz de la ley y los incidentes de caza furtiva siguen siendo bajos. Los factores clave del éxito son:

  • Patrullas diarias, vigilancia y presencia de guardas en la isla 24 horas al día, 7 días a la semana.
  • Formación especializada de los guardabosques sobre cómo acercarse a los pescadores y relacionarse con ellos de forma positiva, para entablar un diálogo productivo que informe, inspire y promueva el cumplimiento voluntario, en lugar de desplegar los clásicos enfoques de confrontación y rechazo.
  • Mantenimiento de registros diarios para evaluar las tendencias y explorar los factores causales de las infracciones (como las pautas meteorológicas o los periodos festivos especiales) para aplicar medidas paliativas culturalmente aceptables y viables.