
Fernbrae Meadows: De campo de golf abandonado a vibrante zona verde comunitaria

Este innovador proyecto, el primero de este tipo en Escocia y dirigido por el Ayuntamiento de South Lanarkshire, reimaginó un campo de golf redundante bajo el principio de "potenciar lo que haría la naturaleza", al tiempo que incorporaba cuidadosamente las necesidades de la comunidad al proceso de planificación. El antiguo campo de golf era muy inaccesible para la comunidad local y actuaba como una barrera entre ellos y el campo local más amplio de Cathkin Country Park. Cuando se cerró en 2015, se convirtió en un imán para el vandalismo y el comportamiento antisocial. Para mejorar los resultados sanitarios locales y reducir el comportamiento antisocial en el parque, las necesidades de la comunidad y el deseo de apoyar la actividad saludable para todos se situaron en el centro del diseño del espacio verde. Esto sólo sería posible con el apoyo de la comunidad local, por lo que el proyecto se diseñó de modo que incluyera todas las opiniones posibles antes, durante y después del proceso de diseño.
Impactos
El parque se diseñó para hacer frente a algunos de los problemas locales de la comunidad, que se encuentra en una de las regiones con las puntuaciones SIMD más bajas del país. Antes de iniciar el proyecto se llevó a cabo un ejercicio completo de planificación comunitaria. Esto permitió un intercambio significativo de ideas que pudieron incorporarse a los planes antes de finalizar el diseño.
Caminos, pasarelas y rutas ciclistas de dificultad variable conducen a miradores, paradas de descanso, aulas al aire libre, espacios de juego y elementos interpretativos. El rediseño del parque ha permitido por primera vez que grupos escolares, grupos de ejercicio y la comunidad en general participen activamente en el espacio.
En el diseño también se utilizaron sistemas de drenaje sostenibles (SuDS), como la desecación y la gestión natural de las inundaciones. La mejora de la biodiversidad incluyó la creación de praderas de flores silvestres, humedales, bosques y setos con especies 100% autóctonas. También se crearon un huerto y un huerto comunitario.
El parque cuenta con unas 370 visitas diarias, 50 huertos totalmente alquilados, 13 grupos escolares que utilizan el espacio, recogidas semanales de basura, grupos de senderismo y mucho más.
La crisis de COVID-19 ha hecho que aumente el número de personas que utilizan el espacio verde. El parque ha servido como un espacio crítico para el bienestar mental y físico de la comunidad durante estos tiempos difíciles.
Para más información, póngase en contacto con Elana Bader