La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales (ICCROM) y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) apoyan la implementación de la Convención del Patrimonio Mundial como Organos Consultivos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) enfocándose en la evaluación y monitoreo de las propiedas de Patrimonio Mundial y guiando la práctica global de la conservación del patrimonio natural y cultural. 

El Programa de Liderazgo del Patrimonio Mundial es el avance más reciente en materia de capacitación en el marco del Patrimonio Mundial.  El Programa es un partenariado entre el ICCROM, la UICN y el Ministerio de Clima y Medio Ambiente de Noruega, en colaboración con el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO y el ICOMOS. Su objetivo es mejorar las prácticas de conservación y gestión de la cultura y la naturaleza a través del trabajo de la Convención del Patrimonio Mundial, como componente integral de la contribución de los sitios del Patrimonio Mundial y los lugars patrimoniales al desarrollo sostenible. Con un enfoque nuevo y transformador, el programa no se centrará exclusivamente en la labor realizada en el marco de la Convención del Patrimonio Mundial, sino que tendrá una visión más amplia de la totalidad de las prácticas de conservación. Trabajar con el Patrimonio Mundial y sus sitios, además de las comunidades y especialistas que los apoyan, puede proporcionar un nuevo y mejor liderazgo para lograr e inspirar la innovación, el rendimiento y la excelencia en la práctica de la conservación. 

La comunidad temática Naturaleza-Cultura resalta la importancia de la protección y gestión integrada del patrimonio para el desarrollo sostenible tomando en cuenta enfoques inspiradores en la gestión y la conservación del patrimonio incluyendo el uso del conocimiento local e indígena y la participación activa de las comunidades locales. Su objetivo es formar una comunidad de práctica global con base en lugares valorados por su importancia cultural y natural, desde territorios de pueblos indígenas, paisajes rurales, costeros y marinos, hasta paisajes urbanos. Un conjunto diverso de experiencias en lugares específicos se hará visible y se intercambiará entre instituciones, comunidades y profesionales del patrimonio, así como con profesionales de los amplios sectores de conservación y desarrollo. Los recursos que se construirán dentro de este marco común se convertirán en evidencia de apoyo y permitirán el compartir de historias entre profesionales, tomadores de decisiones y encargados de formular políticas.