
Un modelo de estrategia para el seguimiento del Parque Nacional de Isalo por los comités locales del parque (CLP)

La vigilancia del parque por parte de los comités locales del parque es una de las estrategias de cogestión de la red de Áreas Protegidas gestionadas por los Parques Nacionales de Madagascar. Se trata de un enfoque de cogestión colaborativa, en el que los comités de aldea ocupan el lugar de los agentes del parque en la vigilancia del parque, y se establece un contrato de vigilancia con cada comité local del parque. La superficie del Área Protegida vigilada anualmente por el Comité Local del Parque (CLP) se calcula en función del número de cuadrículas patrulladas.
Para ello, el Comité Local del Parque :
- se dota de materiales y equipos adecuados y oportunos (GPS, uniforme, ....)
- sensibiliza y recopila la información esencial
- transmite información sobre las presiones e informa a la dirección del parque
- contribuye a la seguridad de los visitantes del parque
Impactos
El seguimiento de las zonas protegidas por parte de los comités locales de los parques es uno de los indicadores de la eficacia de la gestión de la red de zonas protegidas de los parques nacionales de Madagascar, y la tasa de consecución en cuanto al número de zonas vigiladas se sitúa en torno al 78% de media.
De hecho, este sistema ha generado impactos económicos y sociales positivos. Ha fomentado una fuente de ingresos y la creación de empleo para la comunidad mediante compensaciones a la población local, en particular al comité local del parque (CLP). 155 CLP de 44 pueblos de 16 fondeaderos han realizado patrullas dentro del parque.Además, el Parque Nacional de Isalo sigue siendo uno de los parques emblemáticos más visitados gracias a los esfuerzos de los CLP por garantizar la seguridad de los visitantes.
En cuanto a Impactos Ambientales, la reducción de presiones es significativa con una tasa del 95% de incendios en 2018 respecto a 2017 y en cuanto a superficie, se vigilan 42400ha de la superficie del parque, es decir, 1696 cuadrículas que representan el 52% del Área Protegida. En cuanto al seguimiento de los objetivos de conservación, más concretamente de los lémures, también se constató la estabilidad del nivel de amenaza.