
Concilier préservation et médiation : la réplique de la grotte Chauvet

La gruta Chauvet, descubierta en 1994 e inscrita en el Patrimonio Mundial en 2014, es una de las grutas ornamentales más antiguas del mundo (los dibujos más antiguos datan de -38 000 años). Siempre ha sido cerrada al público por recomendación de los científicos debido a su extraordinario estado de conservación, a la enorme riqueza de sus representaciones y vestigios arqueológicos, a su gran fragilidad y a su entorno poco propicio a la frustración humana (elevado nivel de CO2).
Se ha creado una réplica de tamaño reducido (3000 m2 en lugar de los 9000 m2 de la gruta original) que agrupa los principales puntos de interés ("la anamorfosis") y un centro de interpretación a unos pocos kilómetros de la gruta. y un centro de interpretación a pocos kilómetros del yacimiento, con el fin de preservar el bien y su zona tampón y permitir a un amplio público acceder a él en buenas condiciones de visita y comunicación.
Desde su apertura en 2015, esta réplica, bautizada como "espacio de restitución de la gruta Chauvet", ha recibido a más de 3 millones de visitantes.
Impactos
Los beneficiarios son :
- El gran público en primer lugar, que podrá visitar la reconstitución de un bien normalmente cerrado a toda visita y beneficiarse de un dispositivo de comunicación muy completo.
- Los científicos que puedan realizar sus investigaciones en la gruta original sin interferir con el público
- Los estudiantes de geología y arqueología que no pueden acceder a la gruta original y utilizan la réplica como una escuela de grutas
La construcción del espacio de restitución ha permitido resolver el conflicto entre las exigencias de la conservación (limitar en gran medida el acceso del público teniendo en cuenta la fragilidad del yacimiento), los problemas en términos de migración y las expectativas del público. La construcción de una réplica comenzó en 2015.
Desde su inauguración, más de tres millones de personas han podido visitar el espacio de restitución, que incluye una réplica de la gruta original, un espacio de interpretación permanente y un lugar de exposición temporal. El público se ha beneficiado de esta creación, al igual que los agentes turísticos locales.
La construcción de la réplica a varios kilómetros de la gruta original también ha permitido limitar el número de visitantes de la zona tampón, espacio natural de gran valor (zona del Puente de Arco) que ya ha sufrido una fuerte presión antrópica debido al turismo (alrededor de 1 millón de visitantes al año) y contribuir así a su conservación.