
Micro-santuarios ecológicos locales: Donde las personas y la fauna prosperan juntas

Communitree trabaja con muchos jardineros voluntarios entusiastas de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) para cultivar, plantar y mantener santuarios públicos de vida silvestre en sus parques locales, escuelas y arcenes. Estos espacios pasados por alto pueden albergar una rica biodiversidad y mejorar enormemente la conectividad ecológica entre fragmentos de parches de hábitat que albergan plantas y animales autóctonos que, de otro modo, quedarían aislados dentro de la matriz urbana. Mediante el reverdecimiento urbano, Communitrees ayuda a transformar espacios antiestéticos utilizados para el vertido de basuras y el consumo de drogas en espacios atractivos adecuados para hacer picnics, bailar, divertirse bajo el sol, recibir educación ecológica, relajarse y socializar. Nuestros emplazamientos forman cadenas verdes que unen barrios de altos y bajos ingresos, mientras que la jardinería práctica permite que crezcan relaciones intercomunitarias y se salven las diferencias sociales.
Contexto
Défis à relever
Ubicación
Impactos
Los impactos son sociales y medioambientales
Social
La reconversión de espacios públicos descuidados y contaminados disuade de actividades sociales nocivas como el consumo público de drogas y fomenta actividades más sanas como el ocio y el aprendizaje. En estos espacios, las mujeres pueden ser vistas y oídas expresándose a través de la jardinería, la conversación, la danza y el canto. Las mujeres se relacionan entre sí y forman el comienzo de la resiliencia a través de una red social, tan vital cuando sobreviene una crisis y estamos necesitadas. El simple hecho de ser visibles en público es una proeza en los espacios de violencia, y esta visibilidad puede llevar a ser respetadas como contribuyentes positivas de la comunidad, fomentando el orgullo cívico y la responsabilidad.
Biodiversidad
Cuando vuelven las especies vegetales autóctonas, vuelven a conectar con el suelo y éste empieza a recuperarse, y los insectos emergen y empiezan a llenar el espacio de actividad y vida. Tras unos años de prosperidad del suelo, las plantas y los insectos, los pájaros se dan cuenta y también regresan. Cuando un insecto o un pájaro conectan con la flor de una planta, están haciendo el trabajo de conectar plantas de toda la ciudad entre sí. Nuestros 18 jardines de Ciudad del Cabo forman una red de apoyo entre sí y con las partes restantes de ecosistemas frágiles, vulnerables por estar tan reducidos y aislados unos de otros. Cada nuevo jardín es una esperanza para el futuro.