LA adopción de un enfoque ecosistémico al gestionar las áreas protegidas fué y es crucial en este caso.
El Manglar de San Pedro de Vice es un hábitat amenazado que sustenta y sostiene la vida de numerosas especies endémicas tanto de plantas como de animales.
Debido a esto, es de vital importancia no solamente trabajar a nivel de especies sino mas bien, considerando los hábitats como ecosistemas funcionales, globales, gestionarlos de manera integral poniendo el foco en la gestión y la conservación de la tierra, del agua.
En otras palabras, preservando los recursos vivos.
El éxito en la implementación de este encuadre o foco ecosistémico ha estado dado por la comprensión fáctica y técnica de la importancia del manejo del manglar como ecosistema, asimismo, ha contribuído a esta finalidad, el hecho de haber obtenido la certificación RAMSAR, situación que ha demostrado oficialmente la importancia del cuidado y preservación del sistema de manglares en el área.
Es necesario que esta visión se integre, internalice y materialice en las acciones cotidianas de los habitantes a fin de entender de manera completa la dinámica de la gestión y protección del área.