Producción en manos de mujeres
Mujeres participan en taller de agroecología.
GIZ/Fabiola Budde
Grupo de participantes en taller de preparación de abonos orgánicos
GIZ/Fabiola Budde
Mujeres elaboran abonos orgánicos sólidos para ser aplicados en diferentes cultivos.
GIZ/Fabiola Budde
Es importante reconocer el papel fundamental de la mujer en la agricultura y el desarrollo rural, por ser las responsables de la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de sus hogares. Sin embargo, a menudo enfrentan desafíos y desigualdades en el acceso a recursos, a conocimientos y oportunidades económicas. Ante esta realidad, PROCAMBIO adoptó una estrategia de transversalización de género que promoviera el fortalecimiento de capacidades en diversos temas a todos los miembros de la familia, a fin de garantizar la participación de las mujeres en prácticas agroecológicas y proporcionar herramientas para contribuir con sus medios de vida de manera sostenible y con su empoderamiento.
- Se promovió el conocimiento y la aplicación de prácticas de agricultura orgánica en talleres y diplomados.
- Se organizaron talleres sobre la producción de hongos, como alternativa para la generación de ingresos de manera sostenible.
- Se establecieron escuelas de campo agroecológicas para la formación de mujeres, como espacios de aprendizaje y generación de medios de vida en armonía con el medio ambiente.
- Pese a que las mujeres son responsables de los huertos familiares, los patrones culturales limitan su participación en procesos de formación, por tanto, los proyectos deben de orientar lineamientos que fomenten su inclusión a fin de brindar herramientas y conocimientos en alternativas de producción más sostenibles dirigidos a las mujeres.
- La participación de la mujer es importante en la agricultura y genera orgullo y satisfacción personal entre las productoras, además promueven la participación de las jóvenes, como parte del relevo generacional en la reserva de biosfera.
- La agroecología promueve una producción segura para el consumo, implementa sistemas de producción ecológicamente equilibrados, socialmente justos y económicamente viables y se basa en el conocimiento y la valorización de los procesos naturales mediante el uso de prácticas orgánicas y sostenibles que contribuyen a disminuir los impactos del cambio climático.