Utilizar los fondos para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables, promoviendo al mismo tiempo la plantación de árboles y su mantenimiento continuo de forma integrada.

Los fondos recaudados se utilizaron tanto para cubrir los costes de reforestación como para crear cientos de salarios y empleos verdes. Por un lado, Costa Rica aspira a alcanzar el 60% de cubierta forestal en 2030, y los plantones requieren cuidados continuos para garantizar que sobreviven y prosperan. Por otro, las condiciones socioeconómicas de las comunidades ya vulnerables de la región norte del país empeoraron con la pandemia del COVID-19.

#Footprints4ourFuture aborda estos dos retos de forma integrada. Cada árbol plantado va acompañado de un plan de mantenimiento de cinco años para garantizar su supervivencia. Este plan es aplicado por trabajadores locales que plantan y podan los árboles, mejorando las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables y proporcionando una fuente sostenible de ingresos más allá del periodo de la pandemia. Este enfoque también contribuye a sensibilizar a la población local y a promover la apropiación de los esfuerzos de reforestación por parte de la comunidad.

El interés y la voluntad de la comunidad de llevar a cabo trabajos ecológicos, junto con la disponibilidad a largo plazo de fondos para el plan quinquenal de mantenimiento, son factores clave para el éxito.

Las iniciativas de conservación y restauración de la biodiversidad tienen más probabilidades de éxito cuando se combinan con ayudas económicas a las poblaciones participantes vulnerables. Este enfoque permite que las iniciativas aborden simultáneamente cuestiones socioeconómicas y medioambientales, además de fomentar la participación de la comunidad local y promover la apertura a la educación medioambiental.

Además, la reforestación y otras actividades medioambientales deben dar prioridad al mantenimiento continuo, ya que garantiza que la inversión inicial produzca resultados a largo plazo.

Combinar diversas opciones de donación y estrategias de marketing para promover las contribuciones.

Los donantes pueden contribuir a la campaña a través de diferentes paquetes/importes: "Mi Huella" (un árbol por 15 USD), "Huella Familiar" (10 árboles por 150 USD), "Huella Pequeña Empresa" (100 árboles por 1.500 USD) y "Huella Corporativa" (1.000 árboles por 15.000 USD).

Estos paquetes pueden adquirirse en el sitio web de la campaña, que lanza una cuenta nacional para FUNBAM. También es posible contribuir haciendo directamente transferencias bancarias a una cuenta en dólares o colones costarricenses, o donar rápidamente utilizando SINPE Móvil, el sistema de transferencia instantánea de dinero móvil del país. Empresas y organizaciones, así como embajadas, realizaron la transferencia a través de esta modalidad en virtud de un acuerdo firmado con FUNBAM (el organismo ejecutor). Inicialmente, también era posible donar a través de la plataforma internacional del PNUD, que posteriormente se eliminó dado que las actividades de divulgación se centraban en el ámbito nacional.

Además, a través de una asociación con la ferretería corporativa Ferretería EPA, se invita a los clientes de siete tiendas físicas a donar su calderilla y su complemento para plantar un árbol, llegando así a aquellos que en un principio podrían no haber tenido conocimiento de la campaña.

Por último, para el paquete corporativo de 1.000 árboles, se organizaron reuniones con posibles empresas asociadas para fomentar la colaboración. Embajadas como las de España e Italia, entre otras, también recurrieron a esta modalidad.

La promoción eficaz de la campaña ha ido de la mano del éxito de estas diversas plataformas de donación. La estrategia de marketing ha incluido redes sociales, anuncios en Google y televisión, así como el apoyo del programa de televisión nacional Más que Notícias mediante especiales y entrevistas.

La disponibilidad de tecnología, experiencia humana y financiación para mantener la plataforma de donaciones en línea son otros factores facilitadores.

  • Es importante alinear la campaña con objetivos de mayor impacto, políticos o institucionales (en Costa Rica, lograr una cubierta forestal del 60% para 2030).
  • Involucrar a defensores de alto nivel, como la ex Vicepresidenta de Costa Rica Epsy Campbell, fomenta la movilización para la campaña.
  • Colaborar con organizaciones públicas creíbles (FONAFIFO, PNUD) contribuye a generar confianza pública en la campaña.
  • Es fundamental incluir medidas de transparencia y trazabilidad de fondos y resultados (árboles georreferenciados e informe de donantes y resultados).
  • Comunicaciones, comunicaciones y más comunicaciones apoyan el éxito de la campaña:
    • Un diseño gráfico claro en toda la campaña (logotipo, redes sociales, historias de vida, prensa, presentaciones, máscaras faciales, vídeos, argumento y alianzas).
    • Inversión en un diseñador, un especialista en relaciones públicas y tiempo dedicado a la ejecución de la campaña.
  • Es necesario movilizar eficazmente los recursos a través de una estrategia diversa de divulgación y marketing con el público objetivo:
    • La página de donativos por sí sola es limitada a la hora de movilizar donativos. Es más eficaz captar fondos, donantes bilaterales y empresas privadas y públicas mediante reuniones e interacciones individuales.
Crear los incentivos necesarios para fomentar el éxito de los bonos verdes

Tras el desarrollo del marco legislativo y reglamentario para la emisión de bonos verdes, también fue necesario crear incentivos que aumentaran su atractivo tanto para los emisores como para los inversores. Con la defensa de BIOFIN y en estrecha colaboración con el Grupo de Trabajo, se establecieron dos incentivos clave.

En primer lugar, los inversores se benefician de una exención del 15% del impuesto de retención sobre los bonos verdes cotizados en una bolsa zambiana con un vencimiento de al menos tres años. Esta medida fomenta la inversión en proyectos con resultados medioambientales positivos y acelera la movilización de recursos. También motiva a los emisores potenciales, que pueden esperar una mayor demanda de los inversores y, en consecuencia, un mayor rendimiento de sus bonos.

En segundo lugar, la SEC introdujo una reducción del 50% en las tasas de registro de bonos verdes en Zambia. Al reducir los costes de emisión, esta medida refuerza aún más el atractivo del mercado para los emisores.

Un factor facilitador clave es el apoyo del gobierno y los reguladores al desarrollo de un mercado de bonos verdes y su voluntad de diseñar y aprobar dichos incentivos.

Los mercados de bonos verdes de reciente creación podrían ser percibidos como demasiado arriesgados por los inversores, más familiarizados con los bonos tradicionales y otras inversiones. La creación de incentivos tanto para los emisores como para los inversores locales es crucial para navegar por su tolerancia al riesgo y estimular el mercado en sus primeras fases.

Desarrollo de capacidades y apoyo técnico a los creadores de mercados y emisores de bonos verdes

Desde 2018, BIOFIN del PNUD ha organizado varios talleres de desarrollo de capacidades y ha proporcionado apoyo para el desarrollo del mercado de bonos verdes en Zambia, colaborando con los principales reguladores del sector financiero. Estas actividades han sido fundamentales para la formulación de las Directrices y Normas de Cotización de Bonos Verdes, y también han incluido capacitaciones específicas para la SEC sobre la revisión y aprobación de solicitudes de bonos verdes.

A modo de ejemplo, en julio de 2025 se impartió a los miembros del Grupo de Trabajo y a otras partes interesadas clave (por ejemplo, agentes de inversión, asesores de transacciones, inversores institucionales, etc.) una serie de sesiones de capacitación para ampliar el mercado de emisiones de bonos verdes en Zambia. En las sesiones se trataron temas como los fundamentos de los bonos verdes, el proceso de estructuración y los requisitos de elegibilidad.

BIOFIN también ha proporcionado asistencia técnica a emisores de bonos verdes de alto potencial en Zambia. En 2024, se lanzó una convocatoria global para ofrecer orientación personalizada a cinco empresas u otros posibles emisores. Este apoyo incluye la redacción de marcos de bonos verdes, la identificación de carteras de proyectos elegibles, el enlace con bancos de inversión y la contratación de proveedores de dictámenes de segunda parte para la certificación. También ofrece servicios de asesoramiento sobre la adecuación de los bonos a las normas internacionales, la presentación de informes de impacto y el posicionamiento en el mercado.

Entre los factores favorables figuran la disponibilidad de expertos que impartan talleres y presten asistencia continua, una financiación adecuada para cubrir las actividades y la logística, la voluntad del Gobierno y de los reguladores de desarrollar un mercado de bonos verdes y la participación activa de los reguladores financieros.

Durante las actividades de capacitación y apoyo técnico, se observó que los agentes financieros a menudo no entendían los principios de la financiación de proyectos, que difiere de las operaciones más típicas de financiación empresarial en su composición de garantías y escenarios de riesgo. Los beneficios de los bonos verdes, en comparación con los bonos del Estado convencionales, tampoco estaban claros de inmediato para todos los participantes. Esto pone de relieve la importancia de garantizar que los esfuerzos de capacitación (1) expliquen en detalle las características distintivas de la financiación de proyectos, (2) se complementen con una amplia campaña de sensibilización, y (3) se centren también en la transferencia de conocimientos sobre sostenibilidad medioambiental y normas asociadas para satisfacer las expectativas de los inversores.

Reunir a las principales partes interesadas en el marco del Grupo de Trabajo para la Integración de la Financiación Verde

El desarrollo de un mercado de bonos verdes en Zambia está anclado en las actividades del Grupo de Trabajo de Integración de las Finanzas Verdes, que reúne a reguladores financieros, organismos normativos, socios de desarrollo y otras instituciones clave con el objetivo de integrar las finanzas verdes en el panorama financiero de Zambia. Entre sus miembros figuran el Banco de Zambia, la SEC y la Autoridad de Pensiones y Seguros (PIA). Además, el Grupo de Trabajo cuenta con la participación estratégica del Ministerio de Economía Verde y Medio Ambiente, el Ministerio de Finanzas y Planificación Nacional, el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Zambia y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) Zambia.

La creación del Grupo de Trabajo proporcionó una plataforma regular para la colaboración entre organismos reguladores, agencias gubernamentales y expertos, fomentando un entorno propicio para el desarrollo y la aplicación efectiva de soluciones de financiación verde. Muchas de estas soluciones son de naturaleza multidisciplinar, desde los requisitos legales hasta los conocimientos técnicos, y potencialmente no podrían haberse desarrollado sin este esfuerzo de colaboración.

Entre los factores favorables figuran la voluntad de las partes interesadas de participar y dedicar tiempo al Grupo de Trabajo, su reconocimiento de la interconexión de las finanzas verdes y la importancia del tema, así como la disponibilidad de financiación para apoyar las actividades en curso del Grupo.

Una de las principales lecciones aprendidas es que el establecimiento de estructuras de gobernanza y colaboración es crucial para el desarrollo de mercados de bonos verdes y otras soluciones financieras. Independientemente del nivel de aplicación, nacional o subnacional, estas soluciones suelen ser multidisciplinares, y su aplicación es más fluida no sólo cuando hay colaboración, sino también cuando existe una plataforma específica con procedimientos claros para la participación continua.

Además, es crucial tener en cuenta avances más amplios en el sistema financiero que, aunque no sean obligatorios para emitir bonos verdes, probablemente refuercen su solvencia. En Zambia, el Grupo de Trabajo también está buscando soluciones complementarias que apoyen el desarrollo del mercado de bonos verdes, incluyendo medidas para mejorar la estabilidad económica, las calificaciones crediticias y la infraestructura del mercado. Algunos ejemplos son el desarrollo de la Estrategia Nacional de Finanzas Verdes de Zambia y el Plan de Implementación, así como una taxonomía de finanzas verdes, etiquetado y sistema de información.

Creación de un entorno jurídico y reglamentario propicio para los bonos verdes en Zambia

El desarrollo de la legislación y la normativa fue la base para establecer un mercado de bonos verdes en Zambia. Las Directrices de Bon os Verdes de 2019 son el principal resultado de este proceso y sirven como marco regulador habilitador para las emisiones de bonos verdes en el país. Se publicaron oficialmente y se desarrollaron en línea con los Principios de Bonos Verdes de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), un protocolo voluntario para la emisión de bonos verdes.

Las Directrices cubren exhaustivamente los requisitos para la emisión de bonos verdes, incluida la contratación de un revisor externo independiente y la presentación de un marco detallado de bonos verdes a la Comisión del Mercado de Valores (SEC). Este marco debe explicar los criterios de selección de proyectos que se utilizarán, cómo se utilizarán los fondos, la gestión de los ingresos (los fondos obtenidos de la venta de los bonos) y cómo se lograrán los objetivos medioambientales. En conjunto, estos elementos promueven la transparencia, la responsabilidad y la confianza de los inversores.

Para complementar las Directrices, también se elaboraron las Normas de cotización de bonos verdes, que proporcionan una vía detallada para que los emisores puedan cotizar bonos verdes en la Bolsa de Valores de Lusaka (LuSE). También establecen procedimientos para evaluar las credenciales medioambientales de los bonos verdes e informar sobre sus impactos, contribuyendo a un mercado ordenado.

La movilización y los esfuerzos coordinados de todas las partes interesadas en los mercados de capitales y los organismos reguladores, como la SEC y la LuSE, son esenciales para el desarrollo y la aprobación de la directriz y las normas asociadas.

El desarrollo de bonos verdes basados en una legislación y una normativa claras, en mecanismos transparentes y responsables y en el cumplimiento de las normas internacionales es crucial para generar confianza entre los inversores y, en consecuencia, garantizar el éxito del bono a la hora de movilizar recursos para proyectos relacionados con el clima y la biodiversidad. Esto es especialmente importante para los países en los que una calificación crediticia más baja podría afectar a la percepción de la solvencia del bono.

Además, el desarrollo de un mercado de bonos verdes es un proceso largo que requiere la participación de múltiples partes interesadas y consultas continuas. Por lo tanto, es esencial gestionar las expectativas de las partes interesadas y asignar tiempo suficiente a cada etapa.

Por último, aunque la emisión efectiva de bonos verdes debe incluir revisores independientes, se ha detectado que esta experiencia no existe a nivel local. Al mismo tiempo, la contratación de revisores extranjeros es costosa y requiere mucho tiempo. Por lo tanto, es importante que las iniciativas para el desarrollo de mercados de bonos verdes también incluyan iniciativas de desarrollo profesional para formar a revisores independientes nacionales.

Convocatorias públicas del Fondo Iratapuru para la selección de proyectos comunitarios y de investigación

Las convocatorias públicas del Fondo Iratapuru marcan un paso decisivo en la democratización del acceso a los recursos, permitiendo a las comunidades del entorno de la Reserva de Desarrollo Sustentable Río Iratapuru (RDSI) y a las instituciones de investigación competir de forma transparente y equitativa. Desde 2019 se lanzan convocatorias anuales que abarcan líneas de acción centradas en el fortalecimiento comunitario, la mejora de la infraestructura productiva, la promoción de la educación, la capacitación técnica y el apoyo a la investigación científica aplicada. El proceso comprende varias etapas: amplia difusión de la convocatoria, capacitación y apoyo a las comunidades en la preparación de propuestas, riguroso análisis técnico por parte del Comité de Gestión, deliberación colectiva y posterior seguimiento de los proyectos aprobados. Este dispositivo no sólo refuerza la autonomía de las comunidades y fomenta la innovación local, sino que también amplía los impactos positivos en la región, contribuyendo al desarrollo sostenible, al fortalecimiento institucional y a la producción de conocimientos científicos orientados a la conservación de la biodiversidad y a la valorización de los medios de vida tradicionales.

El éxito de las convocatorias está garantizado por factores clave:

  1. El papel de un Comité de Gestión participativo, encargado de definir criterios claros y evaluar las propuestas;
  2. Estabilidad financiera garantizada por los rendimientos del capital principal del Fondo;
  3. Oportunidades de formación que refuerzan la capacidad técnica de las comunidades y las instituciones proponentes;
  4. Procesos transparentes en todas las etapas, desde la selección hasta la ejecución y presentación de informes de los proyectos subvencionados.

Las principales enseñanzas extraídas de las convocatorias públicas del Fondo Iratapuru son las siguientes:

  1. Aumento de la transparencia y refuerzo de la confianza de la comunidad, aunque para ello se requiere una comunicación clara, accesible y continua;
  2. El desarrollo previo de capacidades es esencial, ya que las comunidades con menos experiencia tienen dificultades para cumplir los requisitos técnicos sin el apoyo adecuado;
  3. Los proyectos aprobados han generado impactos significativos, como mejoras en las cadenas de valor, fortalecimiento institucional y mayor acceso a la educación formal;
  4. En el campo de la investigación, las convocatorias fomentaron los estudios aplicados sobre biodiversidad, contribuyendo a la gestión de las RDSI y a la valorización de los conocimientos tradicionales;
  5. Iniciativas similares deben asegurar un equilibrio entre criterios técnicos y realidades comunitarias, evitando barreras de acceso y asegurando la equidad en la distribución de beneficios.
Creación y funcionamiento del Comité de Gestión del Fondo Iratapuru para apoyar a la COMARU en la gestión de los recursos.

Con la promulgación de la Ley Federal 13.123/2015, Natura realizó reuniones con el Gobierno de Amapá (SEMA/AP) y la comunidad de São Francisco do Iratapuru (representada por COMARU y la Asociación Bio-Rio), que resultaron en una Adenda al Acuerdo que creó el Fondo Natura para el Desarrollo Sustentable de las Comunidades Tradicionales, posteriormente rebautizado como Fondo Iratapuru. Estas discusiones pusieron de manifiesto la necesidad de apoyar a la COMARU en la gestión de los recursos, que serían transferidos de la cuenta de Natura a la suya propia, dadas las importantes cantidades en juego. Se creó el Comité Gestor del Fondo Iratapuru, compuesto por cinco instituciones con derecho a voto (COMARU, Bio-Rio, SEMA/AP, Natura y Fundación Jari) y dos miembros asesores (RURAP y SEBRAE/AP). Los acuerdos definieron la composición del Fondo, la periodicidad de las transferencias, los criterios de aplicación y el requisito de que los proyectos financiados aborden al menos una de las 21 líneas de acción, con acceso a través de convocatorias públicas.

El éxito del Comité se basó en:

  1. La inmovilización del capital del Fondo en inversiones a largo plazo, utilizando únicamente los intereses para garantizar la sostenibilidad;
  2. El acceso a través de tres convocatorias anuales, dos para las comunidades de ISDI y una para las instituciones de investigación;
  3. Financiación, por el propio Fondo, de una Secretaría Ejecutiva de apoyo al Comité.

A lo largo de los años, el trabajo del Comité de Gestión del Fondo Iratapuru ha aportado valiosas lecciones sobre los retos y las vías para reforzar la gestión comunitaria y garantizar una mayor transparencia en el uso de los recursos. Entre las principales lecciones cabe destacar:

  1. Las instituciones comunitarias necesitan un apoyo continuo para mejorar su gestión financiera;
  2. La formación constante, o la contratación de profesionales cualificados, es esencial para preparar proyectos competitivos y acceder a los recursos del Fondo;
  3. Las inversiones generan impactos más allá de la infraestructura productiva, creando importantes beneficios sociales, como el apoyo a la educación de los hijos de los extractivistas, desde la enseñanza media hasta los estudios de posgrado;
  4. El fortalecimiento de los mecanismos de control resultó necesario: aunque sólo la COMARU puede administrar la cuenta, también se concedió acceso a los extractos bancarios a la Secretaría Ejecutiva y a los miembros del Comité, garantizando una mayor transparencia y confianza colectiva.
Transferencia de la gestión directa de la cuenta bancaria del Fondo: los recursos se transfirieron de la cuenta de Natura a una cuenta gestionada por la COMARU.

La transferencia de la gestión directa de la cuenta bancaria del Fondo marcó un hito en el fortalecimiento de la autonomía comunitaria de COMARU. Anteriormente, los recursos estaban bajo la administración de Natura, que evaluaba y aprobaba las propuestas presentadas. Con el cambio, la cooperativa asumió el control directo, definiendo -junto con el Comité Gestor- los criterios, las convocatorias y las prioridades de aplicación. De esta forma, se aumentó la transparencia, la participación social y el fortalecimiento institucional, garantizando que los beneficios llegaran de forma más equitativa a las comunidades locales de la Reserva de Desarrollo Sustentable Río Iratapuru (RDSI) y a las instituciones asociadas.

  • Ley Federal 13.123/2015 y Decreto 8.772/2016, aportando claridad jurídica;
  • Consolidación de la COMARU como organización comunitaria legítima;
  • Alianzas estratégicas con SEMA/AP, Natura, Bio-Rio, Fundación Jari y RURAP;
  • Un Comité de Gestión participativo que garantice la gobernanza compartida;
  • Disponibilidad de recursos financieros suficientes para sostener el modelo.
  • La gestión directa reforzó la autonomía comunitaria y la confianza en la gobernanza del Fondo;
  • La autonomía efectiva exigió formación administrativa y financiera para la COMARU;
  • Las convocatorias públicas ampliaron el alcance, pero exigieron comunicación y capacitación para presentar propuestas competitivas;
  • La inmovilización del capital del Fondo y la utilización exclusiva de los intereses garantizaron la sostenibilidad, pero exigieron paciencia y comprensión por parte de la comunidad;
  • La conciliación de intereses diversos en el Comité de Gestión demostró que es esencial contar con normas de gobernanza claras y decisiones transparentes;
  • Las futuras réplicas deberán invertir en formación continua, fortalecimiento institucional de las organizaciones comunitarias y mecanismos de seguimiento para garantizar impactos a largo plazo.
Enfoque comunitario centrado en la apropiación y el desarrollo de capacidades para las generaciones actuales y futuras.

Además del programa de dinero por trabajo , se crearon organizaciones comunitarias locales que organizan actividades conjuntas y sirven de plataforma para la colaboración entre el municipio de Koh Tao y la población local. Se crearon cinco organizaciones comunitarias: Grupo de pescadores de Koh Tao; Grupo de taxis-barco de Sairee; Grupo de taxis-barco de Mae Haad; Grupo de mujeres de Koh Tao; y Grupo de jóvenes de Koh Tao.

Las comunidades recibieron formación sobre la aplicación de soluciones de financiación de la biodiversidad, alfabetización financiera y digital, y otras habilidades como el procesado de pescado y el teñido de camisetas. Los habitantes empezaron a utilizar las organizaciones comunitarias para coordinar las limpiezas y se comprometieron a seguir trabajando en la eliminación de residuos marinos y la limpieza de playas.

Como parte del programa de dinero por trabajo, los conductores de embarcaciones también recibieron formación en segregación de residuos. Tras el programa, presentaron una propuesta para que el municipio del subdistrito de Koh Tao estableciera contenedores de separación de residuos en sus barcos turísticos.

Además, KTB promovió actividades para los alumnos de la escuela Baan Koh Tao centradas en la educación financiera, la inclusión y la gestión del conocimiento. Se instaló un estudio a pequeña escala para el Canal Infantil de Koh Tao (Canal TaoNoi) con el fin de crear contenidos de conocimiento para los estudiantes. KTB también ayudó financieramente a los pescadores a adquirir dispositivos de concentración de peces.

Voluntad de la población local de participar, identificación preexistente en grupos que sirvan de base para la formación de las organizaciones comunitarias (es decir, pescadores, conductores de embarcaciones, etc.), recursos humanos y financieros para la formación de las organizaciones y voluntad del gobierno local de comprometerse con las organizaciones.

Reforzar el sentido de pertenencia y abordar las necesidades específicas y las carencias de capacidades de cada subgrupo de la población destinataria ha sido fundamental para crear organizaciones comunitarias. Al organizarse en asociaciones formales, las comunidades locales obtienen un punto de entrada estratégico para relacionarse con el gobierno local y otras organizaciones. La presentación de una propuesta para que el municipio del subdistrito de Koh Tao financie la instalación de contenedores para la separación de residuos es un claro ejemplo de ello.

Además, ha facilitado la colaboración entre distintos grupos. Por ejemplo, ayudó a encontrar una solución entre los grupos de submarinistas y pescadores zonificando las zonas marinas en colaboración con el gobierno local. El grupo de submarinistas también participó en la recogida de basuras marinas, desempeñando un papel importante en ella.