

Las obras que se representan en las comunidades son pagadas por organizaciones que requieren proyectos de educación medioambiental, y estas mismas obras pueden venderse a municipios o escuelas que requieren representaciones en días concretos, o incluso en fiestas de cumpleaños. La educación ambiental se convierte en autoempleo para los jóvenes del grupo.
1. Saber claramente cuánto cuesta llevar una producción a cada comunidad y tener un coste competitivo pero sostenible.
2. Disponer de un buen repertorio de obras para ofrecer a los diferentes clientes.
3. Formación en temas de gestión.
A las instituciones, escuelas y gobiernos les resulta mucho más barato contar con un grupo de teatro local que pueda montar obras educativas en lugar de tener que contratar a gente de fuera. Las comunidades están muy alejadas y los costes más elevados corresponden a la logística de desplazar a la gente. Este grupo de teatro se encuentra en la región, por lo que su servicio es muy competitivo. Para seguir creciendo es importante tener un estatus legal y es necesario buscar apoyo.