El INECC reconoce que la adaptación debe ser "con la gente, para la gente". Ha sido vital incentivar la participación comunitaria dentro de la zona para lograr cualquier acción encaminada a restaurar, gestionar y conservar los manglares locales. Con el apoyo de organizaciones locales, el INECC ha creado, para las comunidades locales, espacios de aprendizaje social, interacción y comunicación. Estos espacios han facilitado la difusión de información sobre el importante papel de los ecosistemas en los medios de vida locales; la concienciación sobre las amenazas a los sistemas socioecológicos en los que prosperan las comunidades; y el desarrollo de capacidades sobre cómo gestionar los recursos de forma sostenible, así como sobre cómo comercializar los servicios de los ecosistemas. El trabajo constante y coherente de las organizaciones locales con las comunidades ha creado un sentimiento de pertenencia hacia su ecosistema y una responsabilidad en las decisiones y acciones para su cuidado.
- Una visión comunitaria bien desarrollada, desde el principio, de lo que significa el cambio climático para sus medios de subsistencia y el ecosistema en el que viven, y sobre los problemas cotidianos a los que se enfrentan
- Apoyo comprometido y constante de ONG locales con experiencia
- Instituciones creíbles
- Confianza de las comunidades en sí mismas y en las ONG
- Es vital escuchar a la comunidad, así como darle la oportunidad de expresarse y participar a largo plazo.
- Los miembros de la comunidad tienen que mantener altos niveles de compromiso con el proyecto cuando éste pasa del diagnóstico a la acción concreta sobre el terreno.
- Este compromiso se verá estimulado por el reconocimiento externo de sus actividades.