Identificar el problema: realizar un análisis económico en lugar de financiero

Los organismos que gestionan parques nacionales están acostumbrados a elaborar informes financieros que tratan de los ingresos y costes directos (incluidas las tasas de entrada, las concesiones, los cánones por recursos, etc.). Sin embargo, esta perspectiva no tiene en cuenta los efectos económicos más amplios de las áreas protegidas (AP), incluido su valor monetario y el empleo que generan para las economías regionales, que a menudo asciende a muchas veces los costes directos de funcionamiento del parque.

Brasil gestiona un sistema de 334 AP federales en un total de 170 millones de hectáreas. A pesar del enorme tamaño del sistema de APs junto con su importante biodiversidad, el presupuesto asociado no ha sido plenamente justificado en Brasil. Además, todavía era ambiguo con respecto al impacto y al valor añadido del turismo a través del gasto de los visitantes debido a la falta de investigación empírica. Por lo tanto, el propósito fue estimar los impactos económicos del turismo en el sistema federal de APs de Brasil.

El análisis del impacto económico describe las interrelaciones entre los sectores económicos. Por ejemplo, los visitantes gastan dinero en las AP y en las comunidades de entrada, y sus gastos crean y apoyan la actividad económica local.

El análisis económico demuestra la contribución de las AP a las economías nacionales y locales a través del gasto de los visitantes en alojamiento, transporte, bienes y servicios durante su visita, el gasto indirecto de la cadena de suministro, la actividad económica inducida por la presencia del parque y las propias operaciones del parque.

Las AP aportan valor de muchas formas, incluidos los servicios ecosistémicos, la conservación de la biodiversidad, el disfrute humano y la actividad convencional. Esta herramienta mide la contribución de los parques a las economías nacionales y locales a través del gasto de los visitantes en alojamiento, transporte, bienes y servicios durante su visita, el gasto indirecto de la cadena de suministro, la actividad económica inducida por la presencia del parque y las propias operaciones del parque.

Los análisis financieros limitados infravaloran considerablemente los parques a los ojos de los responsables de la toma de decisiones, las empresas, los medios de comunicación y el público en general, en comparación con la economía más amplia estimulada por el gasto turístico.

Para estimar el valor total de los parques y conseguir un mayor apoyo público, varios países han empezado a realizar análisis económicos del gasto más amplio relacionado con los parques. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Estados Unidos, Canadá, Australia, Finlandia, Namibia, Sudáfrica y el caso que nos ocupa, Brasil.