A los pescadores que desean dedicarse a actividades de bajo impacto ambiental se les proporcionan artes no destructivas y selectivas que reducen la captura de especies no objetivo o de peces de talla inferior a la reglamentaria. La formación en manipulación de productos y los sistemas de etiquetado ecológico ayudan a los pescadores a garantizar productos de alta calidad, el acceso a los mercados de recursos capturados de forma sostenible y, por tanto, mejores precios para sus productos.
- Financiación inicial del acuerdo de conservación por parte de una ONG intencional.
- Compromiso de los pescadores para garantizar el cumplimiento del acuerdo de conservación.
- Apoyo constante a la aplicación por parte de las autoridades administrativas junto con los pescadores
- Apoyo técnico en colaboración directa con los pescadores para asesorarles en la gestión de las pesquerías y desarrollar sus capacidades.
- Un producto que corresponda a la demanda del mercado y un mercado que corresponda al volumen total de capturas
Mantener los incentivos económicos es muy caro y a largo plazo poco sostenible. Los acuerdos económicos pueden ser una muy buena estrategia para comprometer rápidamente a un grupo de personas en acciones de conservación y, como ocurrió en este caso, resultar en la recuperación de una población sobreexplotada como la langosta espinosa. Para el éxito del acuerdo es esencial establecer un sistema de seguimiento, realizar formaciones y apoyar a las partes implicadas para garantizar que, una vez finalizado el acuerdo, los pescadores no vuelvan a caer en su antiguo comportamiento. Actualmente, la venta directa y los precios más altos que reciben por los productos ecológicamente responsables son el principal incentivo para adaptar las medidas de sostenibilidad y conservación. Este acuerdo tuvo una duración de dos años en los que se determinó una recuperación de la población y un aumento del tamaño de la langosta espinosa en el Cabo de San Francisco.