El Dinabe: una convención social entre comunidades locales

La dina es una convención social tradicional que ayuda a regular la vida en las comunidades de Madagascar. Permite a las comunidades locales elaborar un conjunto de normas y reglamentos para regir un determinado conjunto de circunstancias y se utiliza habitualmente en relación con la gestión de los recursos naturales. Las dinas se elaboran de forma participativa y se les da peso legal mediante su homologación en los tribunales locales. Su aplicación corresponde a la comunidad local. En el caso de la bahía de Antongil, se crearon 26 dinas, una por cada asociación de pescadores de cada reserva marina gestionada localmente. Las dinas comprenden

  1. un conjunto de normas para las principales infracciones (artes destructivas, tamaño mínimo de los peces, etc.),
  2. un conjunto de normas acordes con el contexto local (tabúes, normas de pesca nocturna, etc.), y
  3. un conjunto de sanciones.

Además de las dinas locales, las comunidades locales de las 26 reservas marinas acordaron crear una "dinabe", que pretende federar las dinas individuales y proporciona un marco global para el uso sostenible de los recursos marinos y las zonas costeras de la bahía de forma complementaria al plan de gestión de toda la bahía.

  • Un proceso de difusión de información y educación era esencial para garantizar que las comunidades tuvieran los conocimientos necesarios para tomar decisiones sobre el contenido de las dinas.
  • Al tiempo que se mantenía el liderazgo comunitario del proceso, la participación desde el principio del Gobierno era importante para minimizar el riesgo de que surgieran obstáculos más adelante.
  • El reconocimiento legal de las convenciones sociales es esencial para su legitimidad tanto a los ojos de la comunidad como del Gobierno.
  • Aunque difícil de conseguir debido a la falta de un portavoz reconocido, la implicación de los pescadores migrantes o externos en el proceso de elaboración del plan de gestión de toda la bahía (que establece los principios de los derechos de pesca exclusivos para las comunidades locales) habría ayudado a mitigar su influencia negativa en el proceso de homologación del dinabe.
  • No todas las partes van a apoyar la gestión local de los derechos de pesca y pueden surgir situaciones inesperadas o de oposición, como ocurrió con un grupo de pescadores externos que bloquearon la homologación del dinabe definitivo.
  • Las relaciones construidas durante el proceso entre todas las partes interesadas son un resultado tan importante como el plan de gestión y el dinabe y proporcionan una base sólida sobre la que superar los problemas. El proceso de elaboración del plan de gestión y el dinabe creó una red de socios que antes no existía y que ahora trabaja conjuntamente para resolver el problema de la homologación del dinabe.