Analizar la vulnerabilidad de los vertederos de marea de piedra frente al cambio climático global, como la subida del nivel del mar, la erosión costera o las tormentas destructivas.

Los embalses mareales de piedra son los más vulnerables frente al cambio climático global. Recientes estudios de campo y observaciones de los participantes sobre ellos demuestran que muchos embalses mareales de piedra han sido abandonados o simplemente se han dejado rotos, debido principalmente al cambio medioambiental oceánico. Si el nivel del mar sube más de un metro, todos los embalses mareales de piedra del planeta dejan de funcionar como artes de pesca. Una vez destruidos por tormentas u olas altas, algunas comunidades costeras no pueden permitirse repararlos, dejándolos simplemente abandonados.En todo el mundo, el patrimonio cultural subacuático de los diques de marea de piedra corre peligro de desaparecer, como patrimonio cultural y como arte de pesca tradicional. Con el fin de comprender adecuadamente su vulnerabilidad, se han evaluado los cambios a largo plazo de la amplitud de las mareas en torno a los diques de marea de piedra, se han medido las erosiones costeras a las que se enfrentan y se ha realizado un seguimiento del impacto de los tifones o las olas altas que destruyen los diques de marea de piedra, en ocasiones con la ayuda de datos de teledetección.

Las redes universitarias permiten sensibilizar sobre el tema y aportar pruebas basadas en la investigación.

Muchos gobiernos nacionales no reconocen los embalses mareales de piedra como patrimonio cultural subacuático, ni siquiera como artes de pesca, principalmente porque en su mente las artes son barcos de pesca modernos o redes propiedad de pescadores profesionales. Los embalses mareales de piedra suelen ser propiedad de personas que viven en comunidades costeras, no de pescadores, contra los que especialmente el cambio climático global causaría estragos.

A menos que los gobiernos locales o nacionales reconozcan los embalses de marea de piedra como patrimonio cultural, no hay forma de que se interesen por su vulnerabilidad frente al cambio climático global. Es realmente esencial que múltiples partes interesadas, incluidos los responsables políticos, científicos sociales como los antropólogos, científicos naturales como los oceanógrafos, ecologistas, socios de ONG u OSAL, o la población local, trabajen juntos en este asunto.