

Un componente clave de nuestro programa de pesca sostenible en nuestro emplazamiento costero es la intervención de "gestión participativa de la pesca" a través de la cual coimplementamos cierres periódicos de ríos. Diseñamos esta intervención a la luz de la preocupación de las comunidades por el colapso de las poblaciones de peces, cangrejos y camarones, que había provocado directamente una reducción de los ingresos familiares. Como este declive de las poblaciones de peces se debía a la falta de caladeros claros, a los conflictos entre aldeas y dentro de ellas, y a las altas tasas de entrada en los caladeros de pescadores emigrantes de otras zonas, propusimos la idea de un cierre del río de 3 meses de duración. Se eligió el cangrejo de fango como especie objetivo de las vedas fluviales, sobre todo por ser uno de los productos más valiosos para los pescadores artesanales y una especie de rápido crecimiento.
Antes de cerrar un río a la pesca, los pescadores de la comunidad utilizan un mapa de los ríos de su aldea para elegir la ubicación del río que se cerrará y decidir el momento del cierre. Lo único que no eligen es la duración de la veda, que se ha fijado en tres meses en consulta con expertos en cangrejos de fango. Una vez que los ríos se abren a la pesca, los pescadores artesanales pueden cosechar los beneficios gracias al aumento del tamaño de los cangrejos y de los rendimientos.
Un factor que favorece esta actividad es la vigilancia de los ríos durante las vedas para disuadir y prohibir la pesca. Otro factor que puede aumentar el éxito de las vedas es elegir un lugar que sea un foco conocido de cangrejos del fango (o de la especie objeto de la veda).
Los cierres periódicos ofrecen a las comunidades costeras una técnica de gestión "fácil de entender" y "fácil de aplicar" que puede reportar rápidos beneficios. Además, descubrimos que las intervenciones sociales y económicas en las aldeas son esenciales para incentivar la participación de las comunidades de pescadores en estas técnicas de gestión. En cuanto a los beneficios imprevistos, los pescadores de cangrejos del fango explicaron que les ayudaba a "asegurar" sus caladeros frente a los pescadores emigrantes que vienen de otros pueblos a pescar en los ríos que rodean sus aldeas. Otro beneficio citado por los pescadores estaba relacionado con su gestión del tiempo. Durante las vedas periódicas, los pescadores podían dedicar su tiempo a actividades cotidianas distintas de la pesca del cangrejo de fango y concentrarse en desarrollar otras fuentes de ingresos para sus familias. Mientras que antes salían a pescar cangrejos de fango todos los días, lo que en realidad era una apuesta para ellos, ya que no estaban seguros de si capturarían suficientes cangrejos para pagar al menos los gastos relacionados con el combustible de sus embarcaciones.