Los investigadores locales son los agentes más importantes en la ejecución de este proyecto.
En el proyecto participaron investigadores y profesores experimentados de 8 universidades, organizados en 6 equipos regionales en el Norte, Noreste, Centro, Este, Sur y Sur Profundo.
Aunque proceden de diversas disciplinas, la mayoría de sus intereses de investigación se centran en el desarrollo, a nivel local, provincial y regional. Tienen conocimientos sobre los problemas locales, el capital social y estrechas conexiones con las distintas partes interesadas de la región. Llegaron a este proyecto con experiencia en algunas cuestiones relacionadas con la localización y la aplicación de los ODS, y con curiosidad por aprender más y utilizar los Objetivos Mundiales para promover su agenda local.
1. Un contrato claro y apoyo financiero. TSRI financió el proyecto a SDG Move. SDG Move hizo un contrato con el equipo regional y les asignó los recursos financieros en función del número de provincias que tenían que cubrir.
2. Un objetivo y un plan de acción claros, elaborados, ejecutados y coordinados por SDG Move.
3. 3. Se proporcionaron a los equipos regionales conferencias en línea y cuestionarios compartidos en línea en plataformas de pago.
La participación de investigadores locales garantizó la inclusión en el estudio de las partes interesadas y las personas esenciales, así como el empleo de métodos y recursos culturalmente apropiados. En zonas de conflicto, como el Sur Profundo, fue crucial el capital social establecido entre los investigadores locales y las partes interesadas locales. Las perspectivas locales fueron fundamentales para interpretar los resultados de la investigación y tener en cuenta el contexto local en el que se recopilaron los datos.
El COVID-19 y las medidas conexas fueron los principales obstáculos en la aplicación del proceso de consulta. No obstante, los investigadores y las partes interesadas locales se adaptaron rápidamente a la situación pandémica y participaron en los procesos de consulta en línea. Tras el primer periodo de adaptación, el proceso de consulta en línea se hizo más inclusivo, ya que las partes interesadas de cualquier lugar pueden participar a un coste relativamente bajo. Sin embargo, con este método, algunas partes interesadas quedaron excluidas del proceso debido a la falta de conocimientos digitales, infraestructura y recursos.