Estudio del impacto de las barreras vegetales en la calidad del agua en México mediante la ciencia ciudadana
El agua es un requisito esencial para la supervivencia humana y el desarrollo económico, pero es un factor cada vez más limitante en zonas sometidas al cambio climático y al aumento de la urbanización. Muchos de los recursos de agua dulce disponibles que abastecen a las ciudades del mundo están sufriendo una degradación debida a una gestión deficiente y a la introducción de contaminación procedente de fuentes directas e indirectas (difusas). Una gran proporción de la contaminación del agua procede de fuentes difusas, tanto urbanas como agrícolas, lo que hace que atajar la causa del problema sea todo un reto. Una solución complementaria a los métodos tradicionales de tratamiento del agua es el uso de la vegetación para ralentizar el caudal y eliminar los contaminantes de las aguas dulces. El Instituto Earthwatch inició una investigación en la cuenca de Valle de Bravo (México) para estudiar la eficacia de las franjas de vegetación como amortiguadores de la contaminación del agua en la región.
Impactos
Los científicos ciudadanos contribuyeron al seguimiento químico, bacteriológico y de nutrientes en 18 puntos de muestreo, ninguno de los cuales cumplía las normas de calidad del agua para consumo humano. Se observó que los vertidos urbanos y los cambios en las actividades agrícolas, que pasaron de la producción tradicional de maíz a la de patatas y habas, provocaron un aumento de los contaminantes en las aguas receptoras. Estos ríos son clave para abastecer de agua potable a gran parte de la población de Ciudad de México. Los resultados de la investigación mostraron cómo las altas concentraciones de E. coli y las condiciones eutróficas estaban comprometiendo la calidad de estos importantes recursos. Sin embargo, la investigación también demostró que la vegetación de amortiguación de los ecosistemas ribereños y la cubierta forestal autóctona de la cuenca podían utilizarse para mejorar la calidad del agua y el funcionamiento de los ecosistemas de agua dulce. Los resultados del proyecto se han difundido ampliamente entre las autoridades locales y estatales, aportando pruebas clave para fundamentar las decisiones de las partes interesadas en relación con el uso del suelo, la planificación urbana y la gestión de la infraestructura verde-azul. Tras compartir los resultados del proyecto, el gobierno local se comprometió con la infraestructura verde como medio de regulación de la calidad del agua, estableciendo un humedal construido y restaurando manantiales locales para reducir el impacto de un hospital local en un importante río local.