Los guardas forestales reciben formación para preservar la escena del crimen como medida contra la caza furtiva

La Fundación Internacional contra la Caza Furtiva (IAPF, por sus siglas en inglés) impartió un curso de formación para guardas forestales en las cataratas Victoria (Zimbabue) en 2010. El bajo índice de condenas de cazadores furtivos de rinocerontes se atribuía en gran medida a la deficiente recogida y presentación de pruebas sobre el terreno a la policía y los tribunales. Por ello, la formación de la IAPF se centró en la preservación y gestión de la escena del crimen, delimitando claramente las responsabilidades en función del nivel de formación que había recibido cada guarda forestal.
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Sólo dos días después de terminar el módulo se detuvo a un equipo de 5 cazadores furtivos de rinocerontes en la reserva privada de las cataratas Victoria. Aunque no se había cazado furtivamente ningún rinoceronte, había pruebas suficientes para convencer a la Policía de que existía la intención de cazar una especie especialmente protegida. El caso se presentó ante el Tribunal, junto con las pruebas que los guardas habían protegido meticulosamente y recogido después con arreglo a las directrices recientemente instruidas. El equipo de 5 cazadores furtivos fue condenado a una pena colectiva de 37,5 años de prisión, que en aquel momento era la mayor dictada en Zimbabue. Este éxito local dio lugar a un amplio conocimiento público de la eficacia de esta unidad y, hasta el momento de la publicación en 2015, no ha muerto ningún rinoceronte en esta reserva. En cambio, en la zona de Sinamatella del Parque Nacional de Hwange, a unos 100 km de distancia, la población de rinocerontes se desplomó de 174 a 4 en un plazo similar.