
Los huertos familiares potencian las comunidades

El proyecto trabaja para ofrecer medios de vida alternativos a los antiguos pastores borana, que se han asentado para probar la producción agropastoril como medio para conseguir la seguridad alimentaria. En una primera fase, los hogares se unieron para recoger agua de lluvia creando una pequeña balsa cerca de sus casas y utilizarla para un pequeño huerto doméstico. Aunque crear una batea lleva su tiempo, cuando las personas se unieron, pudieron trabajar en una sola batea durante un tiempo relativamente más corto. En los huertos se cultivan hortalizas como col rizada, cebollas, pimientos, mandioca, tomates, espinacas y sandías. Algunos agricultores también están poniendo a prueba una pequeña agrosilvicultura en un rincón de su huerto. Los alimentos producidos se destinan al consumo doméstico y el excedente se vende a los pueblos vecinos.Estas bateas y huertos se hacen para un hogar cada vez, pero el objetivo a largo plazo es llegar a todos los hogares de la comunidad. De este modo, se abandona la dependencia excesiva del pastoreo puro, que se ve afectado negativamente por el cambio climático.
Contexto
Défis à relever
Ubicación
Impactos
- Como resultado de consumir una dieta más equilibrada con alimentos producidos localmente, la nutrición de los miembros ha mejorado.
- Desde el punto de vista medioambiental, la práctica minimiza la erosión del suelo, ya que algunos cultivos plantados pueden detenerla.
- El primer grupo ya está viendo los beneficios económicos de su trabajo. Están obteniendo ingresos de la venta de sus productos a otros pueblos.
- Una parte de los ingresos de la venta de hortalizas se reserva como fondo de ahorro.
- Nuevos miembros de pueblos vecinos han adoptado las mejores prácticas y las están reproduciendo en sus huertos familiares.
- En el aspecto social, las personas trabajan juntas y aprenden a apoyarse mutuamente. Los miembros celebran reuniones periódicas para hablar de sus progresos y planificar el trabajo de la semana siguiente.
- Esta práctica ha atraído a muchos miembros al grupo. Al principio eran 20, pero en cinco meses han pasado a ser más de 40 hogares.