Monitoreo pesquero comunitario para la toma de decisiones robustas y sostenibles

Las pesquerías en pequeña escala se enfrentan a varios retos, uno de los más grandes e importantes es la obtención de información de la pesquería. Particularmente los vacíos de información en las pesquerías se ven reflejados en la escasez de conocimiento sobre el estado del recurso, los efectos de la pesquería en el ecosistema y el incumplimiento de la normatividad existente. A su vez, esto dificulta el establecimiento de una línea base sólida que explique el estado actual de la pesquería y el camino para mejorar su manejo y, en algunos casos, evitar su colapso. Desde hace un par de años, a través del monitoreo pesquero de langosta espinosa del Caribe se generan y comparten datos cuantitativos y cualitativos entre la comunidad pesquera, gobierno, academia, y organizaciones de la sociedad civil. Esto permite hacer inferencias sobre la salud y el estado poblacional de la especie, los efectos de la extracción en el ecosistema y el cumplimiento a las regulaciones nacionales y regionales, implementando un co-manejo basado en la mejor información disponible. Esto representa la base para implementar un proyecto de mejora pesquera.

  1. Involucrar a la comunidad en la toma de información sobre el recurso, así como fomentar su compromiso
  2. Capacitar a la comunidad para la correcta toma de datos biológico-pesqueros a través de las bitácoras pesqueras.
  3. Construir alianzas entre las comunidades, academia, e instituciones de investigación gubernamentales.
  4. Crear una bitácora de pesca de acuerdo con las necesidades de la pesquería, integrando en el proceso la participación de instancias académicas, de gobierno, y las mismas comunidades.
  1. Asegurar el diseño e implementación del monitoreo pesquero de manera constante por parte de las pescadoras y los pescadores, permite establecer una línea base de información robusta sobre la pesquería.
  2. Compartir la información generada por la comunidad pesquera al sector de gobierno y la academia, ha permitido ser debidamente analizada y utilizada para generar estrategias de manejo a nivel local, por ejemplo, aumentar 5cm a la talla mínima de captura.
  3. La capacitación a pescadoras y pescadores sobre la importancia y necesidad de contar con información sobre las capturas, especies, arte de pesca utilizado, gastos generados en la jornada de pesca, etc., nos ha permitido desarrollar la gobernanza sobre los recursos pesqueros y su entorno.