Es importante contar con una metodología que responda a las características y comportamiento del cultivo. Que permita establecer lotes, transeptos, árboles -ver BB 3- y tratamientos para la evaluación del efecto del servicio de polinización de manera objetiva. En el caso del marañón, se establecieron dos montajes por árbol: 1) Control absoluto: exclusión total de polinizadores con mallas que encierran las ramas seleccionadas, 2) Polinización: ramas marcadas y totalmente descubiertas. Al finalizar el periodo de floración y posterior fructificación, se comparan las diferencias entre los dos montajes para a) porcentaje (%) de cuajado de frutos, b) tamaño y peso de la manzana, c) tamaño y peso de la nuez, d) tamaño y peso de la almendra.
Es indispensable tener personal en campo que diariamente pueda trabajar en el cultivo. Ellas/os son quienes mejor capacitados deben estar en cuanto al estudio, sus objetivos y metodologías. Se recomienda hacer un acercamiento con los vecinos de los predios para asegurarse que posibles aplicaciones químicas no vayan a interrumpir con el estudio y generar alta mortandad de abejas. -ver BB1-
La metodología debe ser adaptada a las necesidades de cada cultivo. Por eso es importante conocer muy bien los tiempos y formas de cosecha establecidos. En marañón por ejemplo tuvimos que enmallar una rama adicional -después de estar expuesta a los polinizadores- para que los frutos formados no cayeran al suelo confundiéndose con los demás. Como en este cultivo lo que se aprovecha es la nuez y no el pseudofruto, se deja que estos caigan al suelo y después se recogen manualmente. Que los frutos se mezclaran en el suelo habría ocasionado una sobrestimación de producción.