PLAN DE ACCIÓN COMUNITARIO

Una herramienta de planificación participativa que se basa en  los siguientes pasos:

  • Preparación: identificación de actores (líderes comunitarios y gestores del territorio), de acuerdos previos, y preparación  logística para los talleres.
  • Taller de Construcción del Plan.
  • Socialización del Plan, entre las comunidades y gestores.

Durante el Taller de Construcción del Plan se incentiva la participación de las comunidades involucradas (en su totalidad o a través de sus representantes elegidos) y de los gestores del territorio, con el acompañamiento del equipo técnico del Proyecto.

 

Así, durante este taller (de aproximadamente 8 horas), se identifica un Sueño Colectivo de un alcance de 12 meses, vinculado al turismo dentro de sus espacios territoriales, y que a la vez  tenga concordancia con los esfuerzos de conservación de su área protegida.

 

Identificado el Sueño Colectivo, los participantes determinan:

  • Objetivos.
  • Metas que permitan medir el alcance de sus objetivos.
  • Actividades (y sus respectivos responsables) que permitan materializar sus metas.
  • Indicadores de seguimiento para medir el avance del cumplimiento de sus actividades.
  • Responsables, tanto de metas como de actividades.
  • Plazos y fechas estimadas.
  • Recursos, del proyecto, de agentes del destino y de los propios gestores del territorio.
  • Planes de Uso turístico en actualización: permitió que el Plan de Acción Comunitario sea un documento referente para la sostenibilidad del destino turístico.
  • Planes de Vida Plena (para el caso de la RC Amarakaeri) en proceso de actualización: esto propicia que los PAC sean un antecedente en la identificación de la visión y necesidades de las comunidades nativas.
  • El involucramiento de las comunidades y gestores: permitió la colaboración activa, como principal característica de la gobernanza de un territorio con vocación para el turismo sostenible.

En el proceso de diseño del Plan de Acción Comunitario, se concretó una metodología que requería validación por los involucrados en el proyecto y transferencia con el equipo a cargo del trabajo en terreno. Para ello, se socializaron las versiones en desarrollo de la metodología y se alinearon perspectivas entre todos los involucrados de esta etapa, privilegiando el enfoque de conservación y del turismo comunitario como herramienta de alto impacto que fomenta ingresos económicos capitalizables a partir del conocimientode las comunidades participantes.

 

El proceso de implementación requería de una etapa de convocatoria, cuyo reto era la representatividad; que además, enfrentaba distancias geográficas y el propio tiempo de los representantes comunitarios y gestores.

 

Para ello, se trabajó en dos formatos (uno por cada AP): Para el caso de Río Abiseo, uno en el que se reunieron 2 representantes comunitarios en un taller de 8 horas de duración; el otro (Amarakaeri), en donde el formato de taller se realizó a razón de un taller por comunidad. Permitiendo ambos, representatividad y la conducción asertiva de cada taller.