


El desarrollo de capacidades técnicas se basó sobre la transferencia de conocimientos acoplándose a la aplicación directa de las nuevas prácticas transferidas a los ganaderos beneficiarios en áreas piloto de sus fincas. De forma rotativa y regular, los ganaderos de una misma zona se encontraron en la finca de un productor voluntario, para asistir a las explicaciones y demostraciones de las prácticas por el experto. Las metodologías participativas impulsaron el intercambio entre los ganaderos, abriendo espacio para propias experiencias y conocimientos. Paralelamente, el técnico recorrió periódicamente con cada ganadero su unidad de producción para corregir implementaciones equivocadas, asegurarse del cumplimiento de los compromisos del ganadero, y abrir espacio para preguntas específicas. El plan de capacitación comprendió cuatro prácticas silvopastoriles básicas (división de potrero, pastos mejorados, banco forrajero, cercas vivas) y tres prácticas complementarias (ensilaje, henificación, bloques nutricionales). La implementación de las prácticas se realizó a lo largo del año en función de las condiciones meteorológicas. Adicionalmente, el experto transmitió a los ganaderos prácticas de higiene en vista de mejorar sus capacidades de comercialización de leche.
- Técnico motivado y cualificado, con firme respaldo por su directivo, que establezca relaciones transparentes y de confianza con los ganaderos
- Duración razonable del proceso de desarrollo de capacidades, que permita afrontar juntos (experto-ganadero) dudas y reveses. En este caso fueron 7 años.
- Capital semilla para un área piloto, ya que el establecimiento de innovaciones demanda importantes inversiones.
- Gira de intercambio a fincas ganaderas, en las cuales la implementación de las prácticas ya mostró éxitos, tuvo un efecto motivador.
- La implementación de las distintas prácticas de ganadería amigable con el medioambiente en una pequeña área piloto durante el primer año permitió al ganadero adquirir experiencia antes de progresivamente ampliar el área de aplicación.
- Un grupo homogéneo de integrantes, con un mismo grado de adopción de prácticas silvopastoriles, facilitó la transferencia de conocimiento en comparación con el trabajo con grupos heterogéneos.
- El número de visitas de seguimiento realizadas a una misma unidad de producción no determinó la calidad en la implementación de las diferentes prácticas. Clave fue la relación de confianza y transparencia entre el ganadero y el experto, así como la disponibilidad del último.
- En las visitas a las fincas fue clave que el experto silvopastoril proporcionara un apoyo efectivo, respondiendo de forma profesional y adecuada a dudas. De esta forma también se fortaleció el vínculo de confianza entre experto y ganadero.