



Uno de los grandes desafíos de la Reserva de Producción Fauna Cuyabeno fue la consolidación de sus límites y lograr acuerdos con las poblaciones locales y organizaciones indígenas para su gestión. La relevancia de integrar las variables culturales en los procesos de conservación nacionales, fueron la oportunidad para implementar el proyecto «Delimitación de la zona baja, solución de conflictos y sensibilización de las comunidades respecto del uso y manejo de los recursos en la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno». Este tuvo como objetivo mantener la integridad biológica y cultural de la Reserva, a través del fortalecimiento de alianzas entre el MAE y las comunidades indígenas de las nacionalidades Siona, Secoya, Cofán, Kichwa y Shuar; con territorios dentro del área. Así, desde 1995 se empezó a establecer Convenios de Uso y Manejo de Recursos Naturales con la mayoría de comunidades de estos cinco pueblos indígenas, buscando la participación local y el reconocimiento del área para una gestión compartida. Los convenios se constituyen en documentos formales de legitimación del derecho de los indígenas a habitar en la Reserva y de hacer uso de sus recursos naturales en condiciones especiales por estar dentro de un área protegida.
- Empoderamiento de las organizaciones indígenas para participar de manera activa dentro del AP.
- Estrategias de negociación de las organizaciones indígenas con el Estado para establecer los Convenios de Uso y Manejo.
- Apertura del MAE a procesos participativos de planificación.
- Promoción del uso sostenible de los recursos naturales al interior del AP.
- Reconocimiento, por parte de las comunidades indígenas y campesinas, de la importancia ambiental, cultural, social y económica del AP.
Los Convenios de Uso y Manejo cuentan con planes de manejo comunitarios, planes operativos y un sistema de monitoreo de cumplimiento; con una vigencia de 10 años y su posterior renovación. Los planes de manejo comunitarios son un conjunto de acuerdos internas para la comunidad, en concordancia con las normas de uso de recursos naturales en los espacios comunales de la Reserva, su Plan de Manejo, los usos existentes y derechos de las comunidades indígenas. Gracias a ello se consolidaron los límites del AP y de tierra entre las comunidades. Además, se generaron espacios de diálogo que permiten abordar puntos convergentes y divergentes desde la visión indígena del territorio y la visión estatal del área, para su conservación y manejo sostenible. Es así que el co-manejo logrado entre el MAE y las organizaciones indígenas tuvo un resultado importante: frenó el ingreso de colonos a los territorios indígenas, así como la colonización y expansión de las comunidades hacia la Reserva.