Continuación de la conservación comunitaria tradicional de los bosques secundarios

La mayoría de las zonas boscosas de las montañas Kii se han plantado porque esta zona ha sido tradicionalmente un lugar de tala. Los árboles se talan cada 50 o 100 años y, tras la tala, la gente planta árboles pequeños. Esta estrategia tradicional de tala se viene realizando desde el siglo XVI con una técnica tradicional como la recogida de semillas, la plantación, la densidad de plantación, el aclareo y la tala, especialmente en el condado de Yoshino, en la prefectura de Nara, donde son características las cerezas. La prefectura de Nara también ha introducido un impuesto para la conservación del entorno forestal y colabora con voluntarios y organizaciones privadas a través de sus municipios para talar los bosques abandonados. Los bosques abandonados se han replantado con árboles de hoja ancha en lugar de coníferas como el cedro y el ciprés, que son adecuados para la silvicultura, y los bosques mixtos de coníferas y árboles de hoja ancha se están convirtiendo en bosques libres de intervención humana en el futuro. Paralelamente a la plantación y tala tradicional de árboles, intentamos mantener los bosques y el paisaje forestal de las montañas Kii de forma sostenible.

  • Tala tradicional realizada en la zona durante siglos y continuidad de esta tradición
  • Apoyo del gobierno y otras autoridades competentes para continuar con esta tradición
  • En los últimos años, el número de trabajadores forestales ha ido disminuyendo debido a la reducción de la demanda de madera, el aumento de los costes y la falta de sucesores. El número de bosques abandonados ha ido en aumento, lo que ha sido la principal razón del control de la densidad de plantación. Esto ha provocado cambios en la ecología forestal, la erosión del suelo debido a la escasez de maleza, favoreciendo los corrimientos de tierra, las inundaciones, las sequías y otros peligros que provocan catástrofes.
  • La reciente promoción de las energías renovables ha llevado a la construcción de instalaciones de energía solar y eólica. Esto ha provocado una deforestación a gran escala, y se teme que pueda afectar a la conservación del sitio del Patrimonio Mundial. Es necesario establecer un sistema de recogida de información sobre la construcción de estas instalaciones y de coordinación previa, como la elaboración de directrices, para garantizar la coexistencia con el Patrimonio Mundial.