Integrando a las mujeres a la pesquería de almejas y callos

Las pesquerías son sistemas complejos con componentes ecológicos y sociales en los cuales se han identificado distintos retos. Uno de éstos es visualizar el trabajo que desempeñan las mujeres en la pesquería, el cual usualmente pasa desapercibido por estar relacionado a las actividades correspondientes a la post- y pre-captura, y resto de la cadena de valor.

En 2017, COBI identificó que, en la pesquería de almejas en una comunidad pesquera en Sonora, el trabajo de las mujeres no era reconocido como parte de la pesquería o no se les daba la oportunidad de formar parte del negocio familiar pesquero.
COBI desarrolló estrategias en conjunto con las pescadoras y los pescadores para reconocer el trabajo de las mujeres y formalizar su participación como integrantes de la pesquería. Para ello, se impartieron talleres tanto a hombres como mujeres de la comunidad, enfocados a los temas de liderazgo e igualdad de género, y se brindó capacitación a las mujeres sobre el manejo de bases de datos. Esto ha traído resultados con beneficios económicos, sociales y personales para las pescadoras y las organizaciones pesqueras, ya que mejoró la organización y administración de las cooperativas.

  1. Capacitar y concientizar a las mujeres y hombres involucrados en la pesquería sobre la importancia de la igualdad de género.
  2. Generar oportunidades de participación equitativas para las mujeres involucradas (aunque no reconocidas) en la pesquería, y reconocer sus capacidades.
  3. Capacitar a las mujeres en el monitoreo biológico y pesquero, así como en liderazgo comunitario.
  4. Reconocer que, aunque las mujeres no participan en la extracción de recursos, su trabajo forma parte del sistema de la pesquería.
  1. Las mujeres capacitadas pueden colaborar como capacitadoras o supervisoras de calidad.
  2. La administración y organización de la cadena de valor de bivalvos cambió favorablemente a partir de que las mujeres entraron a la administración.
  3. Se ha logrado que una cooperativa compuesta únicamente por mujeres sea quienes realizan las actividades de cultivo, monitoreo, y vigilancia de la almeja de estero.
  4. No se debe forzar la inclusión, se debe nacer de la reflexión y el compromiso. Es necesario que exista un proceso de sensibilización de reconocimiento de género con todos los integrantes de la cooperativa.
  5. Los equipos que operan con mujeres, hombres, jóvenes y mayores obtienen mejores resultados, dado que combinan una mayor diversidad de capacidades que se complementan
  6. El sector productivo debe visualizarse desde un enfoque basado en la pesquería en su totalidad, no en la extracción únicamente.
  7. Presentar a las mujeres casos de éxito de otras mujeres pescadoras para que se inspiren, reconozcan que no están aisladas, y sigan divulgando esa idea.