Prosperidad comunitaria mediante el desarrollo de un turismo basado en la naturaleza

El bienestar de las comunidades próximas a los parques es esencial para el éxito de nuestra estrategia. Unos ecosistemas completos, funcionales y sanos no sólo garantizarán importantes servicios ambientales como el agua limpia, el aire puro y la mitigación de las inundaciones, sino que también ofrecen nuevas oportunidades para desarrollar economías sostenibles.

Estas zonas suelen tener un gran potencial, pero también se enfrentan a importantes amenazas. Los ecosistemas suelen estar degradados y no se consideran localmente como una fuente de oportunidades o ingresos. Además, estos lugares situados en los límites de las áreas protegidas suelen tener poblaciones con un alto nivel de pobreza y altas tasas de emigración a las grandes ciudades.

Trabajamos junto a estas comunidades para crear una vía hacia una nueva economía sostenible, directamente vinculada a las oportunidades que surgen de la creación de nuevas áreas protegidas y al retorno de la fauna salvaje. Actuamos para empoderar a los líderes comunitarios y a las mujeres, reforzar la conexión de los jóvenes con su tierra natal y su entorno, formar a la gente en nuevos oficios y construir relaciones basadas en la confianza y el respeto.

Trabajar junto con las comunidades locales y los gobiernos locales, provinciales y nacionales en el desarrollo de "circuitos" turísticos que ofrezcan experiencias paisajísticas espectaculares, así como de observación de la vida salvaje, en las puertas, o entradas, a las áreas o parques protegidos.

Fortalecer y capacitar a los empresarios locales mediante cursos de formación y talleres, para que puedan ser los primeros en beneficiarse de estas nuevas actividades basadas en la vida salvaje y la naturaleza. Por último, promocionar estos destinos y experiencias entre un público amplio para atraer turistas.

El turismo de naturaleza ha crecido en todo el mundo a un ritmo superior al 4% anual, sobre todo en los países de renta baja y media. La fauna carismática, incluidos los grandes depredadores, es cada vez más importante. En el Pantanal brasileño, el mayor humedal del mundo, el avistamiento de animales salvajes -sobre todo jaguares- generó unos ingresos anuales de millones de dólares; muchos más que los obtenidos con la ganadería tradicional en esa región.