Las zonas protegidas son un santuario para especies complejas como el leopardo persa, pero en el momento en que abandonan la seguridad de la zona protegida se topan con los campamentos de pastores, sus perros y su ganado, lo que aumenta la posibilidad de que los leopardos maten al ganado. Los pastores pueden responder matando a los leopardos. Cuando el personal del área protegida mantiene una buena comunicación con las comunidades de la zona de amortiguamiento y las apoya ayudándolas a mitigar el conflicto o, mejor aún, a prevenirlo mediante el uso de varias herramientas de prevención de conflictos, puede aumentar la aceptación de las comunidades locales hacia los leopardos.
Comunicación entre el personal del área protegida y las comunidades locales;
Presentación por parte del personal del área protegida del trabajo de seguimiento de la fauna realizado y talleres como oportunidades para plantear preocupaciones sobre la presencia de leopardos y estrechar lazos.
La comunicación y los intercambios efectivos conducen a una mayor aceptación de los leopardos, así como a la identificación de puntos conflictivos que permiten tomar medidas preventivas de forma más eficaz.