Las comunidades se dieron cuenta de que tenían que actuar para hacer realidad sus sueños y ayudar a su ecosistema a conservar sus funciones. Crearon estructuras sociales e identificaron responsabilidades en forma de cargos y planes de trabajo. La comunidad recurre al voluntariado para llevar a cabo sus tareas e impulsar los esfuerzos de restauración. También crearon sus propios estatutos para gestionar la reserva forestal de Gomeza, añadiendo así un marco no sólo social, sino también normativo, creado para atender sus necesidades.
- Voluntad individual
- Reglamentos de trabajo
- Liderazgo local de apoyo (apoyo de las autoridades tradicionales)
- Voluntariado
Se necesitaron menos aportaciones financieras para lograr grandes impactos
La comunidad lidera la conservación, mientras que el gobierno y otras instituciones la siguen.
Las iniciativas dirigidas por la comunidad son más sostenibles que un enfoque descendente