Una de las principales amenazas de la zona en cuestión es la degradación provocada por la tala de manglares para utilizarlos con fines lucrativos. La apicultura se introdujo como medio de vida alternativo que permitirá a los miembros de la comunidad utilizar los recursos de los manglares sin dañarlos, dejando así el manglar intacto.
Además, el establecimiento de colmenas en la zona beneficiará a los agricultores de los alrededores. Las abejas no sólo contribuirán a la polinización y a la salud del manglar, sino también a la polinización de los cultivos de las granjas de los alrededores. De este modo, otros miembros de la comunidad podrán beneficiarse indirectamente de la introducción de la apicultura como medio de vida alternativo.
Varios miembros de la comunidad recibieron formación sobre diversos aspectos de la apicultura. Desde el cuidado de las colmenas y las enfermedades y plagas de las abejas hasta la recolección de la miel. La formación se impartió en colaboración con centros de enseñanza superior y con la División de Agricultura. Esto permitió al proyecto RECCOMM utilizar la capacidad ya disponible en el país y compartir esa capacidad/conocimientos con la comunidad local.
Dado que la apicultura no proporciona ingresos inmediatos, las personas implicadas deben comprometerse con la tarea. Hay que lanzar una amplia red para atraer el interés de las personas y el proceso debe ser claro desde el principio. De este modo, los posibles participantes tendrán una idea clara de lo que se espera de ellos para tener éxito en su nuevo medio de vida. Una empresa de este tipo requeriría el pleno apoyo de un núcleo de personas comprometidas para reducir las posibilidades de que el grupo disminuya. La formación no debe limitarse a las capacidades técnicas, sino también a las de gestión y comercialización. Esto preparará a los nuevos apicultores para la venta y distribución de su producto.