El atolón de Aldabra está protegido legalmente y en la práctica desde hace casi 40 años. A través de la estación de investigación de Aldabra, la Fundación de las Islas Seychelles ha estado activamente presente en el lugar. Además, se realizan patrullas mensuales en la mayoría de las playas de Aldabra, y otras actividades de investigación llevan al personal a diversas partes del atolón semanalmente. Como resultado, hay una fuerte presencia en todo el atolón. Al ser un lugar tan remoto, esta presencia activa y continua en Aldabra disuade a los cazadores furtivos de tortugas del atolón y también permite detener a los cazadores furtivos si son sorprendidos en el acto ilegal.
Las operaciones en Aldabra se financian con las entradas de los visitantes a Vallée de Mai, el segundo sitio del Patrimonio Mundial de Seychelles también gestionado por la SIF. Se necesitan embarcaciones y combustible para acceder a la mayoría de las playas y realizar patrullas. Para llegar a las playas más alejadas de la estación de investigación, es esencial disponer de personal cualificado con formación en patrón y experiencia en navegación en Aldabra.
Para que las operaciones tengan éxito y por motivos de seguridad, la formación y la transferencia de conocimientos es un componente esencial cuando se trabaja en una zona marina remota. Un conocimiento profundo de las condiciones medioambientales, como las mareas y las corrientes, y de los elementos geomorfológicos, como las líneas costeras y la ubicación de los islotes, es vital para llevar a cabo movimientos en Aldabra. A todo el personal nuevo que trabaja en Aldabra, el personal más experimentado le transmite las técnicas y conocimientos necesarios antes de visitar lugares lejanos y realizar patrullas. Además, el personal debe conocer el marco jurídico de la protección del atolón para saber cómo interceptar a los cazadores furtivos.