1. Creación de un comité operativo con representantes de la población indígena, las autoridades locales y otras partes interesadas importantes para la gestión conjunta del proyecto.
2. Instalación de plataformas de resolución de problemas, que sirvan como grupos de trabajo para la resolución de conflictos y la creación de consenso, especialmente en cuestiones relacionadas con la tenencia de la tierra y el uso de los recursos.
3. Identificación de mecanismos flexibles de ejecución de proyectos, que puedan reflejar las demandas a nivel local (por ejemplo, contratación de empleados locales de la población miskitu).