

La Universidad de Perpiñán es socia de la Reserva desde hace mucho tiempo, y varios universitarios son miembros del Consejo Científico de la Reserva y participan regularmente en varios proyectos de seguimiento. Participaron en la redacción del último plan de gestión para 2015-2019, ayudando a definir las expectativas del gestor y las respuestas a los diversos problemas encontrados. La proximidad del lugar hace de la Reserva un verdadero laboratorio al aire libre para estos investigadores. La Universidad de Perpiñán ya ha realizado una cartografía en 3D de los sustratos rocosos de la Reserva, con una precisión de 30 cm (véase PJ). Esta cartografía permitió conocer mejor la zona y adaptar los medios utilizados para obtener resultados de esta precisión. Gracias a este conocimiento del terreno, al dominio de este equipo técnico y a las expectativas de la gestionnaie mediante un pliego de condiciones preciso, pudimos obtener un coste adecuado y justo para este seguimiento.
Era importante identificar a los socios capaces de responder a las expectativas del gestor. El amplio seguimiento realizado en esta zona nos permitió adaptar los objetivos y colmar las lagunas dejadas por estudios anteriores. El conocimiento del terreno por parte de los socios facilitó la realización de este estudio. Por último, el dominio de las distintas herramientas utilizadas durante el estudio permitió realizar el seguimiento de la mejor manera posible.
Para llevar a cabo este seguimiento fue necesario un gran debate previo. Las nuevas tecnologías han permitido colmar las lagunas detectadas en estudios anteriores. Gracias a estos nuevos medios, habrá sido necesario identificar desde el principio a los socios adecuados. Esta preparación habrá permitido orientar las expectativas y reducir así los costes generados por este seguimiento.