Acciones de Conservación

Este componente se enfoca en las acciones concretas de protección, restauración y uso sostenible para poblaciones y hábitats: Las acciones de protección son las más importantes, dado que las principales amenazas para estas especies son la destrucción y degradación de sus hábitats. Para proteger efectivamente las poblaciones y sus hábitats se realizan gestiones con parques nacionales y reservas privadas, para fomentar la conservación de plantas en estas áreas protegidas y apoyarlas en sus actividades de control y vigilancia, monitoreo, educación ambiental, implementación de incentivos de conservación, entre otras. Para las especies críticamente amenazadas se han llevado a cabo acciones de restauración, para rescatar adultos en sitios deforestados y propagar plantas para colecciones exsitu y para potenciales reintroducciones. También se han identificado algunas especies que pueden ser usadas de manera sostenible en horticultura y ecoturismo, que proporcionarían incentivos para la conservació de bosques. Un ejemplo de éxito en conservación de Cycadas ha sido la gestión en el Parque Nacional "Las Orquídeas". Allí se declaró la especie Zamia wallisii como objeto de conservación, y los funcionarios y comunidades campesinas se han apropiado de la especie para proteger su hábitats.

 

Para poder lograr impactos positivos en la conservación de especies es necesario contar con las bases del conocimiento, la apropiación de los diferentes actores claves (con acciones de divulgación y la educación) y el uso de las herramientas normativas apropiadas. La colaboración entre instituciones con aproximaciones complementarias a la conservacion tambien es crítica, como actores que trabajan en conservación insitu (áreas protegidas y de manejo integral del territorio) y en conservación existu (jardines botanicos, horticultores).

Una lección aprendida importante es que es más viable comenzar a colaborar con instituciones que trabajan en conservación insitu (como áreas protegidas) y exsitu (como jardines botánicos) que ya tienen programas de conservación en implementación, en donde se pueden incorporar fácilmente nuevos objetos de conservación, como especies de plantas carismáticas. Luego de lograr implementar acciones de protección, restauración y uso sostenible en estos escenarios, se puede proceder a usar lo aprendido para enfrentar retos más grandes, como por ejemplo establecer nuevas áreas protegidas (en nuestro caso, reservas privadas). Otra lección aprendida es que es importante tratar, lo más temprano posible, de entender bien las amenazas a la biodiversidad (sus causas socio-económicas, etc.) e identificar potenciales barreras a la implementación de acciones de conservación (como procesos burocráticos).