Equilibrio entre las necesidades de los habitantes de la isla de Mafia y los imperativos de conservación
Restauración de manglares
Mafia Island Marine Park
El MIMP se creó principalmente para conservar la biodiversidad y acabar con las prácticas pesqueras altamente destructivas de los pescadores emigrantes. También era en interés de los pescadores locales. Sin embargo, era esencial tener en cuenta las necesidades de los habitantes y su dependencia de los recursos naturales. Así que, por un lado, el personal de la MPRU se encargó de la conservación del medio ambiente y de la sensibilización sobre el uso y la gestión de los recursos, y por otro, mejoró las infraestructuras de escolarización, sanidad y abastecimiento de agua. También se aplica la ley a los culpables y a los miembros de la comunidad reacios a seguir las normas. A su vez, se anima y elogia a los aldeanos que las respetan.
- Apoyo a las tasas escolares de los niños para que sigan yendo a la escuela.
- Infraestructuras a nivel de aldea, como dispensarios, aulas, suministro de agua.
- Visitas de intercambio organizadas para que los habitantes de MIMP conozcan casos de éxito, como el de las agricultoras de algas marinas de Zanzíbar, en actividades de conservación en Mozambique.
- Formación sobre gestión comunitaria de los recursos naturales impartida a hombres y mujeres de la comunidad por profesores universitarios designados.
- Mecanismos de reparto de los beneficios de la conservación (recaudación total de las tasas de entrada al turismo).
- Una vez que las comunidades ven los beneficios que les proporciona el Parque, se comprometen y participan plenamente. El mecanismo de reparto de beneficios es clave para el éxito.
- La gente ve que la conservación aporta beneficios en términos de recursos, como buenas capturas de peces. Ha atraído a pescadores emigrantes. Sin embargo, los pescadores locales se comprometen y denuncian voluntariamente las incidencias ilegales, o los pescadores migrantes sin permiso. Cada pueblo decide cuántos migrantes puede acoger.
- Una vez que los estudiantes terminan la escuela, gracias a las becas y el patrocinio, regresan y trabajan como líderes de la aldea, contribuyendo a esforzarse en la conservación, así como sus padres, que ven los beneficios, también se implican en actividades de conservación.