

Las actividades dirigidas por SeaPoWer se diseñaron cuidadosamente para desarrollar gradualmente la capacidad, aumentar progresivamente la concienciación y desafiar los límites percibidos. Su objetivo era cuestionar los tabúes, miedos y restricciones relacionados con las salidas al mar de las mujeres mediante la introducción de conocimientos básicos de navegación y seguridad, y trabajando en igualdad de condiciones con patrones de barco masculinos seleccionados, que necesitaban acostumbrarse y también cambiar su actitud ante la presencia de mujeres a bordo de los barcos.
Esto forma parte del enfoque transformador de la innovación para la capacitación de las mujeres que promueve Sea PoWer.
Las prácticas culturales y formas de pensar profundamente arraigadas, tanto en hombres como en mujeres, requieren acciones repetidas, apoyo y perseverancia durante largos periodos de tiempo para evolucionar.
Colaborar con algunos miembros masculinos de la comunidad desde el principio permitió que se sumaran a la iniciativa en un papel de apoyo y comprensión, en lugar de dirigir y dominar (como cuidadores de embarcaciones y roncadores).
Ahora las mujeres quieren aprender a nadar y a conducir la barca para reducir su dependencia de los hombres, lo que pone de manifiesto un cambio en las actitudes tradicionales. El cultivo en aguas profundas representa un cambio en las actitudes de género porque desafía la creencia tradicional de que las aguas profundas son una zona a la que acceden los hombres, debido a la limitada movilidad de las mujeres y a su papel en la sociedad.
Hay que ser muy sensible a la dinámica de las relaciones de poder y control entre hombres y mujeres en las sociedades más conservadoras. Es importante que los hombres sean aliados de las mujeres, pero no hay que permitir que se apoderen de ellas.