Crear las condiciones para una gestión participativa y basada en valores que apoye el desarrollo sostenible

En los últimos tiempos, un programa de investigación participativa dirigido por el socio privado ha estado trabajando para que la nueva autoridad del patrimonio pueda promover una auténtica gestión del patrimonio participativa y basada en valores. Entender el patrimonio en términos de quién asigna qué importancia puede informar la conservación del sitio y mejorar la gestión del cambio en el paisaje más amplio. Se han cartografiado las diversas percepciones y relaciones con los bienes del Patrimonio Mundial y otros patrimonios, lo que ha permitido que salgan a la luz conexiones e interdependencias que antes se pasaban por alto.

La iniciativa también trabaja para identificar la capacidad de la sociedad civil, las instituciones y los especialistas locales en patrimonio para contribuir a las agendas del patrimonio y, de este modo, ir más allá de la cartografía cultural clásica para comprender qué desencadena un cambio positivo en una amplia red local.

Los primeros resultados tangibles que surgen son herramientas georreferenciadas destinadas a mejorar la toma de decisiones en relación con el cambio y la continuidad y a aprovechar las capacidades locales en el proceso. El objetivo global es aprovechar todo el potencial de la contribución del patrimonio al desarrollo sostenible en esta zona difícil y compleja.

Este trabajo es posible gracias a la adopción de enfoques centrados en las personas de Herculano a múltiples niveles para las actividades y la gestión del sitio durante un largo periodo de tiempo. Esto incluye la participación de múltiples partes interesadas en la identificación de los valores patrimoniales, que luego son la base para comprender los vínculos entre el patrimonio dentro de un paisaje más amplio. También ha incluido dar a Herculano un papel de apoyo a las aspiraciones locales de desarrollo sostenible de forma que aporte beneficios tanto a la comunidad local como al propio patrimonio.

  • Los retos específicos de la zona del Vesubio ya habían llevado intuitivamente al equipo a considerar el éxito de la gestión del yacimiento en términos sociales, económicos y medioambientales, pero cada vez era más importante que las medidas de sostenibilidad debían ir más allá de los confines del yacimiento.
  • Considerar Herculano dentro de una red más amplia de personas y lugares ha permitido sentar las bases de planes a más largo plazo tanto de conservación como de desarrollo sostenible.
  • Para que los resultados de iniciativas participativas ambiciosas sean relevantes, y mantengan su relevancia a lo largo del tiempo, es importante prever un largo periodo de tiempo que permita establecer relaciones de confianza, condición previa para cualquier éxito en este ámbito.
  • Habrá que esperar entre diez y veinte años para saber si la inversión que se está realizando en herramientas, investigación, gestión/intercambio de conocimientos y creación de redes consigue garantizar al patrimonio un papel más dinámico en el desarrollo sostenible y aprovechar los beneficios para las comunidades locales y otras partes interesadas, así como nuevas formas de apoyo al patrimonio.