Los clubes de ahorro proporcionan redes de seguridad económica contra las crisis y los choques, sirviendo como mecanismos para que las familias ahorren y pidan préstamos en ausencia de servicios financieros formales. Durante el COVID-19 y después de los huracanes, los clubes de ahorro proporcionaron una red de seguridad inmediata a muchas familias.
Los clubes de ahorro tienen más éxito en comunidades o sectores donde la informalidad y la dependencia del dinero en efectivo y los préstamos abusivos son elevadas, es decir, donde los servicios financieros son inexistentes o de difícil acceso.
El acceso al ahorro y al crédito sirve como red de seguridad no sólo en situaciones extremas como pandemias o catástrofes, sino también en malas temporadas de pesca, cuando las capturas y los ingresos son bajos. Además, los clubes de ahorro no sólo proporcionan redes de seguridad, sino que también pueden servir como mecanismos para invertir. Muchos clubes de ahorro de Honduras han empezado a invertir sus ahorros en activos productivos o iniciativas empresariales, haciendo que sus fondos crezcan más rápidamente.