Un océano sano

Los hábitats marinos sustentan una biodiversidad y unas poblaciones de peces fundamentales para la subsistencia de las comunidades costeras de Honduras y del mundo. Unos océanos sanos y una pesca bien gestionada garantizan beneficios continuos para quienes dependen de ellos en los buenos y en los malos tiempos.

Estas crisis trajeron consigo un mayor reconocimiento de que unas poblaciones de peces bien gestionadas y unos ecosistemas prósperos pueden ser una forma eficaz de asegurar la alimentación y los ingresos de las comunidades y evitar nuevas migraciones, un fenómeno que se agrava en Centroamérica. Esta comprensión del océano como red de seguridad se ha fomentado entre los pescadores y ha dado lugar a un mayor reconocimiento por parte del gobierno y a un mayor apoyo a la declaración de nuevas áreas protegidas. El aumento de la demanda de protección permite emprender acciones que garanticen la salud de los océanos y la prosperidad de las comunidades costeras.

La protección eficaz de los océanos y la gestión de la pesca son empresas complejas que requieren diversas intervenciones y estrategias. Sin embargo, la acción comunitaria debe ser siempre un componente esencial. Contar con las comunidades como guardianas de sus recursos marinos, pescando de forma responsable y participando en la gestión y la vigilancia, es esencial para una conservación y gestión eficaces.