Redes CMA+R

Las zonas de Acceso Gestionado por la Comunidad y Reserva (CMA+R) son una herramienta de cogestión espacial de la pesca en la que comunidades y gobiernos colaboran para identificar lugares de pesca restringida. Las zonas de acceso gestionado permiten a las comunidades establecer normas y restricciones a la pesca, como la prohibición de artes destructivos, el establecimiento de vedas estacionales o la limitación del número de pescadores autorizados a faenar en la zona; además, permiten a las comunidades participar en la vigilancia y el cumplimiento de estas normas. Las áreas de reserva son zonas de veda en las que las comunidades pesqueras acuerdan no pescar nunca, protegiendo así hábitats críticos y permitiendo la recuperación de las poblaciones de peces. Los dos tipos de zonas protegidas funcionan conjuntamente, permitiendo a las comunidades pescar de forma sostenible en zonas de CMA adyacentes a Reservas cuya integridad ecológica alimenta la pesca. Las "redes" de múltiples áreas de CMA+R a lo largo de una costa tienen el mismo efecto de retroalimentación positiva en una geografía más amplia.

Las zonas de CMA+R deben legitimarse mediante mecanismos jurídicos que hagan explícitamente exigible este enfoque. Deben existir órganos de gestión comunitaria funcionales y formalmente reconocidos, y éstos deben tener capacidad institucional para gestionar la pesca. Por último, tanto los órganos de gestión comunitaria como los socios gubernamentales deben tener acceso a datos pesqueros precisos que les permitan tomar decisiones adecuadas basadas en una comprensión clara del número de pescadores, la cantidad de pescado que se captura, los ingresos que obtienen los pescadores y los cambios en estas tendencias.

El diseño de CMA+R es un proceso complejo y debe tener en cuenta el impacto ecológico, social y económico de las restricciones pesqueras. Rare ha descubierto que el uso de un modelo de dispersión de larvas ayuda a determinar las zonas ecológicamente más ventajosas para la designación de CMA+R, ya que la dispersión de larvas muestra los hábitats donde es más probable que los peces jóvenes recluten, crezcan y, por tanto, repongan las poblaciones pesqueras. Sin embargo, sólo la consulta reiterada a la comunidad y las encuestas exhaustivas a los hogares pueden revelar las preocupaciones sociales y económicas que entraña el diseño de las CMA+R, así como los conocimientos ecológicos locales que los modelos larvarios pueden pasar por alto. Una sólida participación comunitaria es absolutamente esencial para establecer límites eficaces que la gente pueda y quiera apoyar. Por esta razón, los esfuerzos constantes e intencionados de participación de la comunidad son cruciales para el éxito del diseño y la aplicación de CMA+R.