La EGI se asoció con instituciones culturales de Bunyoro y Bugungu para impartir formación artística a la población local. 20 grupos comunitarios, entre ellos mujeres, jóvenes y niñas, formaron diferentes grupos de teatro, que representan obras, canciones y bailes, transmitiendo mensajes contundentes, a la vez que proporcionan entretenimiento a las comunidades locales. Su éxito es tal que ahora se les contrata en diferentes ocasiones para actuar, lo que también proporciona ingresos a estos grupos de teatro. Siguieron actuando durante la segunda oleada de Covid-19, en programas de radioteatro.
La asociación con las instituciones culturales permitió desarrollar el enfoque cultural y los mensajes adecuados para apoyar el cambio de comportamiento entre las comunidades locales.
Los líderes culturales y religiosos ejercen una gran influencia en sus comunidades, por lo que implicarlos desde el principio en el diseño del proyecto aumentó la eficacia del planteamiento.
Los valores y costumbres culturales deben integrarse en el proyecto, ya que las comunidades sienten un apego estético por él.