Gestión del patrimonio cultural de La Habana Vieja: una alternativa al desarrollo y la conservación
El Centro Histórico de La Habana posee una superficie territorial de 2,14 km2 y actualmente alberga una población de más de 60,000 habitantes. La ciudad cuenta con alrededor de 3,509 inmuebles de los cuales casi una tercera parte pertenecen al período colonial (siglos XVI al XIX), con un alto valor arquitectónico.
En los inicios de creación de un modelo de gestión de la ciudad como Centro Histórico, la declaración en 1963 (Comisión Nacional de Monumentos de Cuba) definió una zona de la ciudad de La Habana como zona de prestigio cultural e histórico. Posteriormente, en 1978, el Centro Histórico de la ciudad fue declarado monumento nacional. En 1976, se inició un proyecto general de restauración propuesto por la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura. En 1981, se le confiere la responsabilidad a la Oficina del Historiador de La Habana la gestión de salvaguardar y restaurar el Centro Histórico, lo que permitió al Centro Histórico de La Habana Vieja alcanzar el estatus de Patrimonio Mundial UNESCO.
Impacts
Como parte del proceso de gestión del Plan Maestro, se desarrolló un modelo de gestión centrado en acciones de protección al patrimonio con apoyo de la cooperación internacional y estrategias para la divulgación de la cultura, la protección de la sociedad, el hábitat y el medio ambiente en la zona histórica. Los fondos serían entonces empleados en desarrollo del territorio, rehabilitación de inmuebles de alto valor patrimonial, intercambio cultural, inversión en infraestructuras, formación de cadenas productivas, promoción turística y generación de nuevos empleos.
Se ha desarrollado una actividad turística sostenible de respeto medioambiental, social y cultural. Los ingresos generados contribuyen a la recuperación física y al mantenimiento del patrimonio inmueble, con beneficios directos e indirectos a la comunidad; y reinvierte gran parte de sus utilidades en proyectos locales. A la vez, el patrimonio cultural es el recurso principal del producto turístico del Centro Histórico.
El reciente auge de actividades del sector privado vinculadas al turismo genera retos para el desarrollo integral del Centro Histórico:
- Promover la inserción ordenada y regulada por el sector público de los nuevos actores
- Respetar los principios del desarrollo sostenible
- Alcanzar un equilibrio entre las estrategias para la conservación del patrimonio, su puesta en valor y las necesidades y aspiraciones de la comunidad local.