Gobernanza multidimensional para la adaptación

Lograr una gobernanza para la adaptación que sea multidimensional implica trabajar en múltiples niveles y de manera multisectorial. Requiere crear conexiones para una mejor articulación entre actores territoriales.

 

En la parte alta de la subcuenca del Río Sumpul, esto implicó un trabajo con organizaciones de base (comunitarias) involucradas en la gestión del recurso hídrico. Esto lo logró fortalecieron las capacidades de 4 Comités de Agua - ligados a las Asociaciones de Desarrollo (ADESCOS)-, del Comité Comunitario Binacional y de las municipalidades.

 

Se fortalecieron las capacidades de los comités de agua y sus sitemas de agua y fueron formalizados por las municipalidades.

 

Además, siguiendo la lógica multinivel, se apoyó el Comité Binacional  a través del apoyo a su re-estructuración, capacitaciones, nuevos instrumentos de gestión, y mayores vínculos con otras plataformas y gobiernos municipales. El Comité lidera la gestión integrada y previene conflictos entre vecinos.

  • Honduras tiene un marco legal (Ley de General de Aguas) que define distintas figuras de gobernanza de cuencas. En El Salvador, los Comités de Agua de las ADESCOs tienen un mandato de salud pública.
  • El Comité Binacional fue clave, pues esta plataforma impulsó y mobilizó a actores locales.
  • La articulación con proyectos y organizaciones locales - como el Plan Trifinio - fu fundamental para el éxito de las acciones.
  • Resulta vital el fortalecimiento de las estructuras locales y comunitarias existentes, ya que éstas pueden sostener los avances y cambios logrados en el territorio frente a la alternancia de las autoridades locales.
  • Las ADESCOs y el Comité Comunitario Binacional cumplen, además de su gestión del territorio, una importante labor de mediación, puesto que el manejo de los recursos hídricos puede generar conflictos por la diversidad de intereses que se articulan a su alrededor.
  • La articulación en el territorio de esfuerzos entre proyectos es fundamental (ej. entre los proyectos AVE y BRIDGE) para lograr mayores impactos y eficiencias, por medio de agendas coordinadas.
  • El proyecto BRIDGE en la cuenca del Río Goascorán (El Salvador-Honduras) dejó la siguiente lección aprendida que también es relevante en este caso: “La diplomacia del agua no necesariamente sigue una línea recta. Las estrategias efectivas necesitan incorporar múltiples dimensiones y con un enfoque escalonado, interconectando las estructuras existentes y en construcción en la cuenca.”