Implementacion de medidas escalables de AbE que aumentan la cobertura forestal y la dispobibilidad de agua

En función del análisis de vulnerabilidad y por acuerdo común, las comunidades priorizaron varias medidas AbE con el fin de aumentar su resiliencia:

  • Protección y restauración de zonas de recarga hídrica. Incluye reforestación en tierras municipales o comunales con fuentes de agua; protección de los bosques comunales de pinabete (especie en peligro de extinción) con mejor estado de conservación; saneamiento de bosques comunales afectados por plagas; y reforestación de zonas sin árboles colindantes a los bosques naturales. Para estas acciones que mejoran la conectividad y cobertura forestal, se promueve también el acceso a incentivos forestales.
  • Establecimiento (1) y fortalecimiento (15) de viveros comunales en apoyo a las acciones de reforestación.
  • Sistemas agro-forestales y buenas prácticas: Se optimizan y diversifican los sistemas productivos, incorporando árboles maderables y frutales para mejorar la conservación de suelos, productividad y seguridad alimentaria.
  • Recuperación de tierras afectadas por deslizamientos: Se fomentan los sistemas agroforestales y el acceso a incentivos forestales para la recuperación de áreas dañadas por tormentas.

Las comunidades de la microcuenca se han apropiado de estas medidas y apoyan su implementación con recursos técnicos importantes.

  • El Consejo Municipal de Tacaná, dio apoyo a las comunidades para el acceso a incentivos forestales.
  • La UICN tenía experiencia de 10 años de trabajo en el territorio y técnicos locales.
  • Hay excelente liderazgo de las comunidades, lo que aumenta su disposición al diálogo, al aprendizaje y la búsqueda de soluciones.
  • Hay conciencia sobre el cambio climático, puesto que eventos extremos en años anteriores impactaron a varias comunidades, dañando tanto sus bienes (cultivos, viviendas, infraestructura productiva) como el recurso agua.
  • Para la implementación de medidas de AbE, resultó clave contar con una fuerte base organizativa, acuerdos comunitarios, participación social y liderazgo de las autoridades locales (tanto indígenas como municipales).
  • Para lograr que la AbE demostrara un impacto inicial en las comunidades y con ello, crear confianza en la estrategia adoptada, se promovió como primer paso la reforestación en las partes altas de la microcuenca (con fuentes de agua) o en zonas afectadas por deslizamientos, así como el trabajo comunitario en torno a viveros forestales.  Estas acciones ayudaron a consolidar el concepto de que la cobertura forestal es un “seguro” ante el cambio climático.
  • Valorar los servicios ecosistémicos de la cuenca ayudó a ver la adaptación como tarea de todas las comunidades, para conseguir beneficios tanto para la microcuenca de Esquichá, como para otras comunidades ubicadas más abajo en la cuenca del Río Coatán.