Gracias a los esfuerzos de seguimiento, las enfermedades entre los lobos se detectan en una fase temprana, se mejora la capacidad de diagnóstico y se pueden aplicar intervenciones lo antes posible, salvando así la vida de muchos lobos. A través de nuestra iniciativa de gestión integrada de enfermedades, proporcionamos formación y manuales técnicos al personal veterinario local y desarrollamos Redes de Alerta de Enfermedades para mejorar la capacidad de detectar, diagnosticar y contener brotes en lobos y perros.
Un equipo de monitores altamente cualificados, que trabajan a pie o a caballo, observan de cerca las manadas de lobos. Durante los brotes, son los primeros en detectar lobos muertos, y rápidamente llevan a cabo autopsias y recogen muestras de diagnóstico, mientras que una red más amplia también alerta al EWCP de brotes de rabia o moquillo en perros. El fortalecimiento de los sistemas de laboratorio y los servicios veterinarios son factores clave para apoyar una detección y un seguimiento sólidos de la rabia en el país.
Muchos perros vagan libremente por las tierras altas rurales, donde se encuentran con lobos y pueden transmitir enfermedades. La presencia de perros domésticos, unida al aumento de la actividad agrícola en la zona, hace que el seguimiento continuo sea de vital importancia para detectar amenazas cambiantes y ayudar a orientar las medidas de conservación adecuadas. La concienciación y participación de muchas partes interesadas forma una red vital para apoyar la detección.