Creación de un centro de cría de perros guardianes de ganado

La creación de un centro de cría es un paso fundamental para llevar a cabo la cría controlada y la impronta de las crías. La impronta es un proceso biológico de aprendizaje, que se genera en un corto periodo de tiempo, en el que las crías de la mayoría de las especies pueden identificar y aprender comportamientos de cualquier otra especie. En el centro proporcionamos las condiciones para que los cachorros estén en contacto con cabras y ovejas desde su nacimiento, y hasta los cuatro meses de edad, creando un vínculo familiar que les hará protectores con el ganado. Esta etapa es crítica e imprescindible para conseguir LGD eficaces en su función y estratégicos para la conservación de los carnívoros. Durante el proceso de impronta nos ocupamos de la alimentación, salud, bienestar de los cachorros y del ganado, a la vez que corregimos comportamientos indeseables en el vínculo cachorro-ganado. A los cuatro meses los cachorros ya vacunados, desparasitados y castrados, son entregados a los productores donde finalizarán su adiestramiento y comenzarán paulatinamente a trabajar con el ganado.

Disponer de al menos una pareja de perros que pertenezcan a razas creadas para la protección del ganado.

Espacio físico y presupuesto para el periodo de impronta de los cachorros, que incluya el apoyo a una persona responsable del cuidado, limpieza y alimentación de los cachorros y del ganado que se utilice para el adiestramiento.

Apoyo veterinario para los controles sanitarios y la esterilización.

Crear asociaciones de colaboración entre ONG/gobiernos/empresas para reducir los costes y hacer que la LGD sea asequible para los productores.

Durante el proceso de impronta, los cachorros deben estar constantemente con el ganado y el contacto con las personas debe ser mínimo pero amistoso. La salud y esterilización de los cachorros es esencial para el bienestar animal y para evitar la propagación de enfermedades en la naturaleza.