Una asociación a largo plazo con los científicos

Desde los años 50, los científicos estudian la singularidad de las Tierras Australes Francesas (TAF) actuando como un laboratorio a cielo abierto para los investigadores en ciencias naturales. Las primeras estaciones científicas construidas entonces constituyen hoy las capitales de distrito que acogen cada año a más de 200 científicos de 60 programas de investigación. El Institut Polaire Paul-Emile Victor (IPEV) coordina estas actividades y garantiza la excelencia de la investigación científica en el TAF.

Desde 1955, la autoridad local de las Tierras Australes y Antárticas Francesas (TAAF) administra este territorio, situando la ciencia y la protección del medio ambiente como piedra angular de la soberanía francesa en el TAF.

Consciente de la vulnerabilidad de estos ecosistemas, la comunidad científica abogó por la creación de la reserva natural del TAF y aconsejó su ampliación en el mar en 2016. La gestión de la reserva natural, asegurada por el TAAF, cuenta con el apoyo de un comité científico, el Comité del Medio Polar (CEP), que asesora en las acciones de investigación y gestión.

Con la ampliación del perímetro de la reserva, el vínculo con los científicos es más esencial que nunca. El nuevo plan de gestión incluye actividades de investigación para una gestión adaptada y eficaz de los ricos y vulnerables ecosistemas del TAF.

La asociación histórica con el Instituto Paul-Emile Victor (IPEV), que coordina los programas científicos en TAF, garantiza la excelencia de las actividades de investigación. La fuerte implicación de los socios científicos permitió la creación de la reserva natural y su extensión en el mar gracias a un trabajo de ecorregionalización. Su papel en la gobernanza y en la elaboración del plan de gestión garantiza ahora la solidez de las acciones de gestión.

Dado que las organizaciones científicas participan en el TAF desde hace más de 60 años, la adhesión de toda la comunidad científica es obligatoria para la puesta en marcha de una reserva natural y su regulación. Implicar a los científicos en la gobernanza y la gestión de la reserva garantiza la apropiación de las acciones de conservación por parte de esos importantes agentes.

Aunque tanto los científicos como la autoridad local de las Tierras Australes y Antárticas Francesas (TAAF) reconocen los beneficios mutuos de las actividades científicas y de conservación, es esencial establecer claramente la responsabilidad de cada organización, por ejemplo mediante el establecimiento de convenios, para evitar cualquier conflicto.

Siendo la investigación una de las principales actividades en las Tierras Australes Francesas, los impactos medioambientales de los programas científicos deben ser debidamente evaluados y validados por el comité científico.